Nueva Biblia Latinoamericana
Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. (Isaías 6:4)
Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaías 6:5)
Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas. (Isaías 6:6)
Con él tocó mi boca, y me dijo: "Esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado."
Y oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" "Aquí estoy; envíame a mí," le respondí. (Isaías 6:8)
Y El dijo: "Ve, y dile a este pueblo: 'Escuchen bien, pero no entiendan; Miren bien, pero no comprendan.' (Isaías 6:9)
Haz insensible el corazón de este pueblo, Endurece sus oídos, Y nubla sus ojos, No sea que vea con sus ojos, Y oiga con sus oídos, Y entienda con su corazón, Y se arrepienta y sea curado." (Isaías 6:10)

Otras publicaciones relacionadas con "Isaías 6:7":

Mick Da Silva
¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?
Reflexión sobre la visión de Isaías en Isaías 6 y cómo nos enseña a reconocer a Dios como soberano y controlador, así como a responder a su llamado. Oración por Boston y la iglesia para moverse en el poder del Espíritu.


Omar Soto
Lléname de tu gloria! Estás apto para recibirla?
El pastor habla sobre cómo Dios puede hacer cosas increíbles en las personas que tienen una intención y un propósito con Él. También se discute la comisión de Isaías y cómo Dios puede limpiar el pecado y revelarse a nosotros.


Isaías 6:7 - Referencia Cruzada

Y uno semejante a un hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: "Señor mío, a causa de la visión me ha invadido la angustia y me he quedado sin fuerzas. (Daniel 10:16)
Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados. (Isaías 53:5)
Pero quiso el SEÑOR Quebrantarlo, sometiéndolo a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación, Verá a Su descendencia, Prolongará Sus días, Y la voluntad del SEÑOR en Su mano prosperará. (Isaías 53:10)
Y Le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: "Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados." (Mateo 9:2)
Entonces el SEÑOR extendió Su mano y tocó mi boca. Y el SEÑOR me dijo: "Yo he puesto Mis palabras en tu boca. (Jeremías 1:9)
Pero si andamos en la Luz, como El está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7)
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado (Intercesor) para con el Padre, a Jesucristo el Justo. (1 Juan 2:1)
Yo, Yo soy el que borro tus transgresiones por amor a Mí mismo, Y no recordaré tus pecados. (Isaías 43:25)
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, (Hebreos 9:13)