Y el uno al otro daba voces, diciendo: "Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria."
(Isaías 6:3)Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
(Isaías 6:4)Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos."
(Isaías 6:5)Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas.
Con él tocó mi boca, y me dijo: "Esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado."
(Isaías 6:7)Y oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" "Aquí estoy; envíame a mí," le respondí.
(Isaías 6:8)Y El dijo: "Ve, y dile a este pueblo: 'Escuchen bien, pero no entiendan; Miren bien, pero no comprendan.'
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Isaías 6:6 - Referencia Cruzada
¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación?
(Hebreos 1:14)Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
(Apocalipsis 8:3)Se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos.
(Hechos 2:3)Y tomará un incensario lleno de brasas de fuego de sobre el altar que está delante del SEÑOR, y dos puñados de incienso aromático molido, y lo llevará detrás del velo.
(Levítico 16:12)Por encima de El había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
(Isaías 6:2)Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con agua para arrepentimiento, pero Aquél que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitar las sandalias; El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
(Mateo 3:11)De los ángeles dice: "EL QUE HACE A SUS ANGELES, ESPIRITUS, Y A SUS MINISTROS, LLAMA DE FUEGO."
(Hebreos 1:7)todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde.
(Daniel 9:21)Y el SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: "Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad." Y el hombre entró ante mis ojos.
(Ezequiel 10:2)Y según la Ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
(Hebreos 9:22)Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven en el tabernáculo.
(Hebreos 13:10)