Nueva Biblia Latinoamericana
En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de Su manto llenaba el templo. (Isaías 6:1)
Por encima de El había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. (Isaías 6:2)
Y el uno al otro daba voces, diciendo: "Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria." (Isaías 6:3)
Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaías 6:5)
Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas. (Isaías 6:6)
Con él tocó mi boca, y me dijo: "Esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado." (Isaías 6:7)

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Isaías 6:4 - Referencia Cruzada

Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas, como la voz del Todopoderoso (Shaddai), un ruido de tumulto como el ruido de un campamento militar. Cada vez que se detenían, bajaban sus alas. (Ezequiel 1:24)
Vi al Señor de pie junto al altar, y me dijo: "Golpea los capiteles para que se estremezcan los umbrales, Y rómpelos sobre la cabeza de todos. Entonces mataré a espada al resto de ellos; No habrá entre ellos fugitivo que huya, Ni refugiado de ellos que escape. (Amós 9:1)
Cuando los trompeteros y los cantores al unísono se hacían oír a una voz alabando y glorificando al SEÑOR, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos de música, cuando alababan al SEÑOR diciendo: "Ciertamente El es bueno porque Su misericordia es para siempre," entonces la casa, la casa del SEÑOR, se llenó de una nube, (2 Crónicas 5:13)
El templo de Dios que está en el cielo fue abierto; y el arca de Su pacto se veía en Su templo, y hubo relámpagos, voces (ruidos) y truenos, y un terremoto y una fuerte granizada. (Apocalipsis 11:19)
Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la casa del SEÑOR, (1 Reyes 8:10)
Entonces la nube cubrió la tienda de reunión y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo. (Éxodo 40:34)
Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos. (Salmos 18:8)
El ruido de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso (El Shaddai) cuando habla. (Ezequiel 10:5)
El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles. (Apocalipsis 15:8)