Nueva Biblia Latinoamericana
Pero no le irá bien al impío, ni alargará sus días como una sombra, porque no teme ante la presencia de Dios. (Eclesiastés 8:13)
Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: hay justos a quienes les sucede conforme a las obras de los impíos, y hay impíos a quienes les sucede conforme a las obras de los justos. Digo que también esto es vanidad. (Eclesiastés 8:14)
Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol. (Eclesiastés 8:15)
Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche),
y vi toda la obra de Dios, decidí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no la descubrirá; y aunque el sabio diga que la conoce, no puede descubrirla . (Eclesiastés 8:17)
Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos. (Eclesiastés 9:1)
A todos les sucede lo mismo: Hay una misma suerte para el justo y para el impío; Para el bueno, para el limpio y para el inmundo; Para el que ofrece sacrificio y para el que no sacrifica. Como el bueno, así es el pecador; Como el que jura, así es el que teme jurar. (Eclesiastés 9:2)

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Eclesiastés 8:16 - Referencia Cruzada

Estaba yo que de día el calor me consumía y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. (Génesis 31:40)
Si nadie sabe qué sucederá, ¿Quién le anunciará cómo ha de suceder? (Eclesiastés 8:7)
Y apliqué mi corazón a buscar e investigar con sabiduría todo lo que se ha hecho bajo el cielo. Tarea dolorosa dada por Dios a los hijos de los hombres para ser afligidos con ella. (Eclesiastés 1:13)
Es en vano que se levanten de madrugada, Que se acuesten tarde, Que coman el pan de afanosa labor, Pues El da a Su amado aun mientras duerme. (Salmos 127:2)
Había un hombre solo, sin sucesor, Que no tenía hijo ni hermano, Sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, Y nunca se preguntó: "¿Para quién trabajo yo Y privo a mi vida del placer?" También esto es vanidad y tarea penosa. (Eclesiastés 4:8)
Dulce es el sueño del trabajador, Coma mucho o coma poco; Pero la hartura del rico no le permite dormir. (Eclesiastés 5:12)
Dirigí mi corazón a conocer, A investigar y a buscar la sabiduría y la razón, Y a reconocer la maldad de la insensatez Y la necedad de la locura. (Eclesiastés 7:25)
Porque durante todos sus días su tarea es dolorosa y penosa; ni aun de noche descansa su corazón. También esto es vanidad. (Eclesiastés 2:23)
Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en toda obra que se hace bajo el sol, cuando el hombre domina a otro hombre para su mal. (Eclesiastés 8:9)