Nueva Biblia Latinoamericana
Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol. (Eclesiastés 8:15)
Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche), (Eclesiastés 8:16)
y vi toda la obra de Dios, decidí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no la descubrirá; y aunque el sabio diga que la conoce, no puede descubrirla . (Eclesiastés 8:17)
Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos.
A todos les sucede lo mismo: Hay una misma suerte para el justo y para el impío; Para el bueno, para el limpio y para el inmundo; Para el que ofrece sacrificio y para el que no sacrifica. Como el bueno, así es el pecador; Como el que jura, así es el que teme jurar. (Eclesiastés 9:2)
Este mal hay en todo lo que se hace bajo el sol: que hay una misma suerte para todos. Además, el corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y hay locura en su corazón toda su vida. Después se van a los muertos. (Eclesiastés 9:3)
Para cualquiera que está unido con los vivos, hay esperanza; ciertamente un perro vivo es mejor que un león muerto. (Eclesiastés 9:4)

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Eclesiastés 9:1 - Referencia Cruzada

Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y el maltrato, para hacer justicia con Tu mano. A Ti se acoge el desvalido; Tú has sido amparo del huérfano. (Salmos 10:14)
Porque tuve envidia de los arrogantes Al ver la prosperidad de los impíos. (Salmos 73:3)
Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que El es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día. (2 Timoteo 1:12)
Que en Su mano está la vida de todo ser viviente, Y el aliento de todo ser humano? (Job 12:10)
Entonces el rey dijo a Sadoc: "Haz volver el arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos del SEÑOR, El me hará volver y me mostrará tanto el arca como Su morada. (2 Samuel 15:25)
Encomienda al SEÑOR tu camino, Confía en El, que El actuará; (Salmos 37:5)
Dirigí mi corazón a conocer, A investigar y a buscar la sabiduría y la razón, Y a reconocer la maldad de la insensatez Y la necedad de la locura. (Eclesiastés 7:25)
Escúchenme, islas, Y atiendan, pueblos lejanos. El SEÑOR Me llamó desde el seno materno, Desde las entrañas de Mi madre mencionó Mi nombre. (Isaías 49:1)
Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen. (Juan 10:27)
Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche), (Eclesiastés 8:16)
He visto todo durante mi vida de vanidad: Hay justo que perece en su justicia, Y hay impío que alarga su vida en su perversidad. (Eclesiastés 7:15)
Yo te he puesto hoy Como ciudad fortificada, Como columna de hierro y como muro de bronce Contra toda esta tierra: Contra los reyes de Judá, sus príncipes, Sus sacerdotes y el pueblo de la tierra. (Jeremías 1:18)
Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios. No sólo prosperan los que hacen el mal, sino que también ponen a prueba a Dios y escapan sin ser castigados.'" (Malaquías 3:15)
Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: hay justos a quienes les sucede conforme a las obras de los impíos, y hay impíos a quienes les sucede conforme a las obras de los justos. Digo que también esto es vanidad. (Eclesiastés 8:14)
Pero en cuanto a mí, yo buscaría a Dios, Y delante de Dios presentaría mi causa; (Job 5:8)
El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y reflexionó, investigó y compuso muchos proverbios. (Eclesiastés 12:9)
Encomienda tus obras al SEÑOR, Y tus propósitos se afianzarán. (Proverbios 16:3)
El necio multiplica las palabras, Pero nadie sabe lo que sucederá, ¿Y quién le hará saber lo que ha de suceder después de él? (Eclesiastés 10:14)
El guarda los pies de Sus santos, Pero los malvados son acallados en tinieblas, Pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre. (1 Samuel 2:9)
En Tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad. (Salmos 31:5)
Y apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a conocer la locura y la insensatez. Me di cuenta de que esto también es correr tras el viento. (Eclesiastés 1:17)
¿Qué es, pues, Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores mediante los cuales ustedes han creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno. (1 Corintios 3:5)
Y dicen: "¿Cómo lo sabe Dios? ¿Hay conocimiento en el Altísimo?" (Salmos 73:11)
SEÑOR, Tú establecerás paz para nosotros, Ya que también todas nuestras obras Tú las hiciste por nosotros. (Isaías 26:12)
En verdad, El ama al pueblo; Todos Tus santos están en Tu mano, Y siguen en Tus pasos; Todos reciben de Tus palabras. (Deuteronomio 33:3)
Mediante la fe ustedes son protegidos (guardados) por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. (1 Pedro 1:5)