Nueva Biblia Latinoamericana
Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas. (Salmos 137:2)
Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, Y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: "Cántennos alguno de los cánticos de Sion." (Salmos 137:3)
¿Cómo cantaremos la canción del SEÑOR En tierra extraña? (Salmos 137:4)
Si me olvido de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza.
Péguese mi lengua al paladar Si no me acuerdo de ti, Si no enaltezco a Jerusalén Sobre mi supremo gozo. (Salmos 137:6)
Recuerda, oh SEÑOR, contra los hijos de Edom El día de Jerusalén, Quienes dijeron: "Arrásenla, arrásenla Hasta sus cimientos." (Salmos 137:7)
Oh hija de Babilonia, la devastada, Bienaventurado el que te devuelva El pago con que nos pagaste. (Salmos 137:8)

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Salmos 137:5 - Referencia Cruzada

vino Hananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá, y les pregunté por los Judíos, los que habían escapado y habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén. (Nehemías 1:2)
Así que el rey me preguntó: "¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es más que tristeza de corazón." Entonces tuve mucho temor, (Nehemías 2:2)
Por amor de Sion no callaré, Y por amor de Jerusalén no me estaré quieto, Hasta que salga su justicia como resplandor, Y su salvación se encienda como antorcha. (Isaías 62:1)
¡Ay del pastor inútil Que abandona el rebaño! ¡Caiga la espada sobre su brazo Y sobre su ojo derecho! Su brazo se secará por completo, Y su ojo derecho totalmente se oscurecerá." (Zacarías 11:17)
Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré. ¡Cuán preciosas son Tus moradas, Oh SEÑOR de los ejércitos! (Salmos 84:1)
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios. (Daniel 6:10)
Los que escaparon de la espada, Caminen, no se detengan; Acuérdense desde lejos del SEÑOR, Y venga Jerusalén a su memoria. (Jeremías 51:50)
Te levantarás y tendrás compasión de Sion, Porque es tiempo de apiadarse de ella, Pues ha llegado la hora. (Salmos 102:13)
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no se den descanso, (Isaías 62:6)
Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad. (Salmos 84:10)
Porque allí se establecieron tronos para juicio, Los tronos de la casa de David. (Salmos 122:5)