Nueva Biblia Latinoamericana
Plantados están nuestros pies Dentro de tus puertas, oh Jerusalén. (Salmos 122:2)
Jerusalén, que está edificada Como ciudad compacta, bien unida, (Salmos 122:3)
A la cual suben las tribus, las tribus del SEÑOR, (lo cual es ordenanza para Israel) Para alabar el nombre del SEÑOR. (Salmos 122:4)
Porque allí se establecieron tronos para juicio, Los tronos de la casa de David.
Oren ustedes por la paz de Jerusalén: "Sean prosperados los que te aman. (Salmos 122:6)
Haya paz dentro de tus muros, Y prosperidad en tus palacios." (Salmos 122:7)
Por amor de mis hermanos y de mis amigos, Diré ahora: "Sea la paz en ti." (Salmos 122:8)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 122:5":

Eldin Villafañe
Procurad la paz de la ciudad y orad por ella
El artículo habla sobre la importancia de buscar la paz de la ciudad y orar por ella, para ser instrumentos de la luz de Cristo y recibir la bendición divina.


Andrés Cisterna
Rogad al Señor por la paz de esta ciudad
En este artículo, Andrés Cisterna nos habla de la importancia de procurar el bienestar de la ciudad en la que estamos y rogar por ella a Dios para que su paz descienda sobre nosotros. Debemos promover la justicia, la bondad y la misericordia en nuestra ciudad y levantarnos para servir a su creación en este mundo.


Eldin Villafañe
Busca la paz de la ciudad y reza por ella
En este sermón se habla sobre el concepto de tiempo en el Nuevo Testamento y se llama a buscar la paz de la ciudad en la que estamos y orar por ella, mostrando el amor de Dios a través de la caridad y las oraciones.


Salmos 122:5 - Referencia Cruzada

Si un caso te es muy difícil de juzgar, como entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de pleito y otra, o entre una clase de asalto y otra, siendo casos de litigio en tus puertas, te levantarás y subirás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja. (Deuteronomio 17:8)
También en Jerusalén Josafat puso algunos de los Levitas y de los sacerdotes y algunos de los jefes de las familias de Israel, para el juicio del SEÑOR y para juzgar querellas entre los habitantes de Jerusalén. (2 Crónicas 19:8)
Roboam puso a Abías, hijo de Maaca, por cabeza y jefe entre sus hermanos, porque quería hacerlo rey. (2 Crónicas 11:22)
Benaía, hijo de Joiada, era jefe de los Cereteos y Peleteos; y los hijos de David eran ministros principales. (2 Samuel 8:18)
Y cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta ley en un libro, en presencia de los sacerdotes Levitas. (Deuteronomio 17:18)