Nueva Biblia Latinoamericana
Por amor de mis hermanos y de mis amigos, Diré ahora: "Sea la paz en ti." (Salmos 122:8)
Por amor de la casa del SEÑOR nuestro Dios Procuraré tu bien. (Salmos 122:9)
Cántico de ascenso gradual. A Ti levanto mis ojos, ¡Oh Tú que reinas en los cielos! (Salmos 123:1)
Como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor, Como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran al SEÑOR nuestro Dios Hasta que se apiade de nosotros.
Ten piedad de nosotros, oh SEÑOR, ten piedad de nosotros, Porque ya no soportamos el desprecio. (Salmos 123:3)
Nuestra alma está cansada Del escarnio de los que están en holgura Y del desprecio de los soberbios. (Salmos 123:4)
Cántico de ascenso gradual; de David. "Si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor," Que lo diga ahora Israel. (Salmos 124:1)

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Salmos 123:2 - Referencia Cruzada

De continuo están mis ojos hacia el SEÑOR, Porque El sacará mis pies de la red. (Salmos 25:15)
Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: (Lucas 18:1)
Para el director del coro. Salmo de David. Esperé pacientemente al SEÑOR, Y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. (Salmos 40:1)
Espero en el SEÑOR; en El espera mi alma, Y en Su palabra tengo mi esperanza. (Salmos 130:5)
Entonces los hombres de Gabaón enviaron mensaje a Josué al campamento de Gilgal y le dijeron: "No abandone a sus siervos; suba rápidamente a nosotros, sálvenos y ayúdenos, porque todos los reyes de los Amorreos que habitan en los montes se han reunido contra nosotros." (Josué 10:6)
¡Tu salvación espero, oh Señor! (Génesis 49:18)
Y aquel día Josué los hizo leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del SEÑOR, en el lugar que El escogiera, hasta el día de hoy. (Josué 9:27)
Mis ojos desfallecen esperando Tu palabra, Mientras digo: ¿Cuándo me consolarás? (Salmos 119:82)
Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, Para el alma que Lo busca. (Lamentaciones 3:25)
Desfallecen mis ojos por Tu salvación Y por la promesa de Tu justicia. (Salmos 119:123)
Entonces el hombre dijo: "Suéltame porque raya el alba." "No te soltaré si no me bendices," le respondió Jacob. (Génesis 32:26)
Ahora pues, malditos son y nunca dejarán de ser esclavos, leñadores y aguadores para la casa de mi Dios." (Josué 9:23)