Nueva Biblia Latinoamericana
Vuélvanse a mí los que Te temen Y conocen Tus testimonios. (Salmos 119:79)
Sea íntegro mi corazón en Tus estatutos, Para que yo no sea avergonzado. (Salmos 119:80)
Caf. Mi alma desfallece por Tu salvación; En Tu palabra espero. (Salmos 119:81)
Mis ojos desfallecen esperando Tu palabra, Mientras digo: ¿Cuándo me consolarás?
Aunque he llegado a ser como odre al humo, No me olvido de Tus estatutos. (Salmos 119:83)
¿Cuántos son los días de Tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores? (Salmos 119:84)
Fosas me han cavado los soberbios, Los que no están de acuerdo con Tu ley. (Salmos 119:85)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 119:82":

Omar Soto
¿Hasta cuando?
El artículo habla sobre la importancia de buscar el favor de Dios en nuestras vidas y cómo esto puede suceder si venimos a Dios con intenciones claras y correctas. También enfatiza la necesidad de arrepentirse y pedir perdón por nuestras propias decisiones y acciones. El autor comparte un testimonio personal y termina con una oración para recibir las bendiciones de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Salmos 119:82 - Referencia Cruzada

Muéstrame una señal de bondad, Para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen, Porque Tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado. (Salmos 86:17)
Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; Mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios. (Salmos 69:3)
Dije: "No veré más al SEÑOR, Al SEÑOR en la tierra de los vivientes. No veré más hombre alguno entre los habitantes del mundo. (Isaías 38:11)
La esperanza que se demora enferma el corazón, Pero el deseo cumplido es árbol de vida. (Proverbios 13:12)
Desfallecen mis ojos por Tu salvación Y por la promesa de Tu justicia. (Salmos 119:123)
Tus hijos y tus hijas serán dados a otro pueblo, mientras tus ojos miran y desfallecen por ellos continuamente, pero no habrá nada que puedas hacer. (Deuteronomio 28:32)
Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad. (Lamentaciones 2:11)
Vuelve, SEÑOR; ¿hasta cuándo? Y compadécete de Tus siervos. (Salmos 90:13)