Nueva Biblia Latinoamericana
Oren ustedes por la paz de Jerusalén: "Sean prosperados los que te aman. (Salmos 122:6)
Haya paz dentro de tus muros, Y prosperidad en tus palacios." (Salmos 122:7)
Por amor de mis hermanos y de mis amigos, Diré ahora: "Sea la paz en ti." (Salmos 122:8)
Por amor de la casa del SEÑOR nuestro Dios Procuraré tu bien.
Cántico de ascenso gradual. A Ti levanto mis ojos, ¡Oh Tú que reinas en los cielos! (Salmos 123:1)
Como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor, Como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran al SEÑOR nuestro Dios Hasta que se apiade de nosotros. (Salmos 123:2)
Ten piedad de nosotros, oh SEÑOR, ten piedad de nosotros, Porque ya no soportamos el desprecio. (Salmos 123:3)

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Salmos 122:9 - Referencia Cruzada

Porque el Judío Mardoqueo era el segundo después del rey Asuero, grande entre los Judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el bienestar de toda su gente. (Ester 10:3)
Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad. (Salmos 84:10)
Oh SEÑOR, yo amo la habitación de Tu casa, Y el lugar donde habita Tu gloria. (Salmos 26:8)
Porque el celo por Tu casa me ha consumido, Y los insultos de los que Te injurian han caído sobre mí. (Salmos 69:9)
Acuérdate de mí por esto, Dios mío, y no borres las obras de misericordia que he hecho por la casa de mi Dios y por sus servicios. (Nehemías 13:14)
Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré. ¡Cuán preciosas son Tus moradas, Oh SEÑOR de los ejércitos! (Salmos 84:1)
Te levantarás y tendrás compasión de Sion, Porque es tiempo de apiadarse de ella, Pues ha llegado la hora. (Salmos 102:13)
Si me olvido de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza. (Salmos 137:5)
Cuando se enteraron Sanbalat el Horonita y Tobías el oficial Amonita, les disgustó mucho que alguien hubiera venido a procurar el bienestar de los Israelitas. (Nehemías 2:10)
Además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, lo doy a la casa de mi Dios, además de todo lo que ya he provisto para la santa casa, (1 Crónicas 29:3)
Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: "EL CELO POR TU CASA ME CONSUMIRA." (Juan 2:17)