Nueva Biblia Latinoamericana
¡Señor, oye mi voz! Estén atentos Tus oídos A la voz de mis súplicas. (Salmos 130:2)
SEÑOR, si Tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿Quién, oh Señor, podría permanecer? (Salmos 130:3)
Pero en Ti hay perdón, Para que seas temido. (Salmos 130:4)
Espero en el SEÑOR; en El espera mi alma, Y en Su palabra tengo mi esperanza.
Mi alma espera al Señor Más que los centinelas a la mañana; Sí, más que los centinelas a la mañana. (Salmos 130:6)
Oh Israel, espera en el SEÑOR, Porque en el SEÑOR hay misericordia, Y en El hay abundante redención; (Salmos 130:7)
El redimirá a Israel De todas sus iniquidades. (Salmos 130:8)

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Salmos 130:5 - Referencia Cruzada

Espera al SEÑOR; Esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR. (Salmos 27:14)
Así tendré respuesta para el que me afrenta, Pues confío en Tu palabra. (Salmos 119:42)
Tú eres mi escondedero y mi escudo; En Tu palabra espero. (Salmos 119:114)
Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él. (Lucas 2:25)
a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. (Hebreos 6:18)
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, Pues de El viene mi esperanza. (Salmos 62:5)
Por tanto, el SEÑOR desea tener piedad de ustedes, Y por eso se levantará para tener compasión de ustedes. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El esperan! (Isaías 30:18)
Caf. Mi alma desfallece por Tu salvación; En Tu palabra espero. (Salmos 119:81)
Nuestra alma espera al SEÑOR; El es nuestra ayuda y nuestro escudo; (Salmos 33:20)
Ciertamente, siguiendo la senda de Tus juicios, Oh SEÑOR, Te hemos esperado. Tu nombre y Tu memoria son el anhelo del alma. (Isaías 26:8)
Aguardaré al SEÑOR que esconde Su rostro de la casa de Jacob. Sí, a El esperaré. (Isaías 8:17)
Zain. Acuérdate de la palabra dada a Tu siervo, En la cual me has hecho esperar. (Salmos 119:49)
Que los que Te temen, me vean y se alegren, Porque espero en Tu palabra. (Salmos 119:74)
Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de David. En Dios solamente espera en silencio mi alma; De El viene mi salvación. (Salmos 62:1)
¡Tu salvación espero, oh Señor! (Génesis 49:18)
Para el director del coro. Salmo de David. Esperé pacientemente al SEÑOR, Y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. (Salmos 40:1)
Llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. (Lucas 2:38)