Nueva Biblia Latinoamericana
En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti. (Salmos 119:11)
Bendito Tú, oh SEÑOR; Enséñame Tus estatutos. (Salmos 119:12)
He contado con mis labios De todas las ordenanzas de Tu boca. (Salmos 119:13)
Me he gozado en el camino de Tus testimonios, Más que en todas las riquezas.
Meditaré en Tus preceptos, Y consideraré Tus caminos. (Salmos 119:15)
Me deleitaré en Tus estatutos, Y no olvidaré Tu palabra. (Salmos 119:16)
Guímel. Favorece a Tu siervo, Para que viva y guarde Tu palabra. (Salmos 119:17)

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Salmos 119:14 - Referencia Cruzada

Venga a mí Tu compasión, para que viva, Porque Tu ley es mi deleite. (Salmos 119:77)
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; Los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos; (Salmos 19:9)
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas (personas). (Hechos 2:41)
Mejor es para mí la ley de Tu boca Que millares de monedas de oro y de plata. (Salmos 119:72)
Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por Tu nombre, Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos. (Jeremías 15:16)
Del mandamiento de Sus labios no me he apartado, He atesorado las palabras de Su boca más que mi comida. (Job 23:12)
Me deleitaré en Tus mandamientos, Los cuales amo. (Salmos 119:47)
¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, Que mucho se deleita en Sus mandamientos. (Salmos 112:1)
Me regocijo en Tu palabra, Como quien halla un gran botín. (Salmos 119:162)
Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino. (Salmos 119:127)
El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. (Mateo 13:44)
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. (Salmos 119:111)