Nueva Biblia Latinoamericana
Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas. (Salmos 116:1)
Porque a mí ha inclinado Su oído; Por tanto Le invocaré mientras yo viva. (Salmos 116:2)
Los lazos de la muerte me rodearon, Y los terrores del Seol vinieron sobre mí; Angustia y tristeza encontré. (Salmos 116:3)
Invoqué entonces el nombre del SEÑOR, diciendo: "Te ruego, oh SEÑOR: salva mi vida."
Clemente y justo es el SEÑOR; Sí, compasivo es nuestro Dios. (Salmos 116:5)
El SEÑOR guarda a los sencillos; Estaba yo postrado y me salvó. (Salmos 116:6)
Vuelve, alma mía, a tu reposo, Porque el SEÑOR te ha colmado de bienes. (Salmos 116:7)

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Salmos 116:4 - Referencia Cruzada

Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmos 22:1)
Oh SEÑOR, con Tu favor has hecho que mi monte permanezca fuerte; Tú escondiste Tu rostro, fui conturbado. (Salmos 30:7)
Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias. (Salmos 34:6)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Así dice el SEÑOR: 'Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás.'" (Isaías 38:1)
Porque me rodean males sin número; Mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; Son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, Y el corazón me falla. (Salmos 40:12)
En medio de mi angustia invoqué al SEÑOR; El SEÑOR me respondió y me puso en un lugar espacioso. (Salmos 118:5)
Las angustias de mi corazón han aumentado; Sácame de mis congojas. (Salmos 25:17)
A Ti extiendo mis manos; Mi alma Te anhela como la tierra sedienta. (Selah) (Salmos 143:6)
Mira a la derecha, y ve, Porque no hay quien me tome en cuenta; No hay refugio para mí; No hay quien cuide de mi alma. (Salmos 142:4)
Y Ezequías oró al SEÑOR, y dijo: (Isaías 37:15)
Y añadió: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino." (Lucas 23:42)
Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás." (Salmos 50:15)
Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: 'Dios, ten piedad de mí, pecador.' (Lucas 18:13)
Libra mi alma de la espada, Mi única vida de las garras del perro. (Salmos 22:20)
y también Jesús fue invitado a la boda, con Sus discípulos. (Juan 2:2)
Vuélvete, SEÑOR, rescata mi alma; Sálvame por Tu misericordia. (Salmos 6:4)
Cántico de ascenso gradual. Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a Ti. (Salmos 130:1)
Cuando estaba en angustia, Manasés imploró al SEÑOR su Dios, y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres. (2 Crónicas 33:12)
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos. (Salmos 18:6)