Nueva Biblia Latinoamericana
Los muertos no alaban al SEÑOR, Ni ninguno de los que descienden al silencio. (Salmos 115:17)
Pero nosotros bendeciremos al SEÑOR Desde ahora y para siempre. ¡Aleluya! (Salmos 115:18)
Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas. (Salmos 116:1)
Porque a mí ha inclinado Su oído; Por tanto Le invocaré mientras yo viva.
Los lazos de la muerte me rodearon, Y los terrores del Seol vinieron sobre mí; Angustia y tristeza encontré. (Salmos 116:3)
Invoqué entonces el nombre del SEÑOR, diciendo: "Te ruego, oh SEÑOR: salva mi vida." (Salmos 116:4)
Clemente y justo es el SEÑOR; Sí, compasivo es nuestro Dios. (Salmos 116:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 116:2":

Charles Spurgeon
Los consuelos del Señor
Artículo sobre la promesa de Dios de tener misericordia para con los afligidos y la importancia de adorarle con corazones creyentes.


Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Salmos 116:2 - Referencia Cruzada

El SEÑOR está cerca de todos los que Lo invocan, De todos los que Lo invocan en verdad. (Salmos 145:18)
¿Se deleitará en el Todopoderoso? ¿Invocará a Dios en todo tiempo? (Job 27:10)
Inclina a mí Tu oído, rescátame pronto; Sé para mí roca fuerte, Fortaleza para salvarme. (Salmos 31:2)
En cuanto a mí, a Dios invocaré, Y el SEÑOR me salvará. (Salmos 55:16)
Escucha, oh SEÑOR, mi oración, Y atiende a la voz de mis súplicas. (Salmos 86:6)
Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Para el director del coro; sobre Mahalat Leannot. Masquil de Hemán el Ezraíta. Oh SEÑOR, Dios de mi salvación, De día y de noche he clamado delante de Ti. (Salmos 88:1)
Para el director del coro. Salmo de David. Esperé pacientemente al SEÑOR, Y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. (Salmos 40:1)
Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias. (Colosenses 4:2)
Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: (Lucas 18:1)
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. (Filipenses 4:6)