Nueva Biblia Latinoamericana
Y salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres. (Isaías 37:36)
Entonces Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó a su tierra, y habitó en Nínive. (Isaías 37:37)
Y mientras él adoraba en la casa de su dios Nisroc, sus hijos Adramelec y Sarezaer lo mataron a espada y huyeron a la tierra de Ararat. Y su hijo Esar Hadón reinó en su lugar. (Isaías 37:38)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Así dice el SEÑOR: 'Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás.'"
Entonces Ezequías volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR: (Isaías 38:2)
Te ruego, oh SEÑOR, que Te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos." Y Ezequías lloró amargamente. (Isaías 38:3)
Entonces la palabra del SEÑOR vino a Isaías: (Isaías 38:4)

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II Crónicas 29
La historia de Israel en los libros de Samuel, Reyes y Crónicas provee modelos de vida y enseñanzas espirituales. El rey Ezequías es un ejemplo de un hombre recto y con pasión por Dios que fue prosperado. El fundamento de la vida de una persona y de una nación debe ser espiritual. El avivamiento en Estados Unidos debe comenzar por la casa de Dios y por una determinación firme de seguir al Señor en integridad y pasión. El avivamiento vendrá cuando nos apasionemos por Dios y lo amemos por encima de todo.


Charles Spurgeon
El Señor es capaz de detener a todos los enemigos de Su pueblo
Artículo sobre la capacidad del Señor para detener a los enemigos del pueblo y cómo podemos confiar en Él en tiempos de temor.


Isaías 38:1 - Referencia Cruzada

Entonces Jonás comenzó a recorrer la ciudad camino de un día, y proclamaba: "Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada." (Jonás 3:4)
Visión que tuvo Isaías, hijo de Amoz, con relación a Judá y Jerusalén, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. (Isaías 1:1)
Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir. Pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza. (Filipenses 2:27)
En un momento Yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir; (Jeremías 18:7)
Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto. (Hechos 9:37)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Así dice el SEÑOR: 'Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás.'" (2 Reyes 20:1)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al SEÑOR, y El le habló y le dio una señal. (2 Crónicas 32:24)
Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le preguntó: "¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?" Y Ezequías respondió: "Han venido a mí de un país lejano, de Babilonia." (Isaías 39:3)
Estaba enfermo cierto hombre llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. (Juan 11:1)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: "Así dice el SEÑOR: 'Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás.'" (Isaías 38:1)
Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol (región de los muertos) adonde vas. (Eclesiastés 9:10)
Entonces envío a Eliaquim, mayordomo de la casa real, con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz. (Isaías 37:2)
Cuando Dios vio sus acciones, que se habían apartado de su mal camino, entonces Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. (Jonás 3:10)
Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: "Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Por cuanto Me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria, (Isaías 37:21)
Viendo Ahitofel que no habían seguido su consejo, aparejó su asno, se levantó y fue a su casa, a su ciudad, puso en orden su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en la tumba de su padre. (2 Samuel 17:23)