Nueva Biblia Latinoamericana
La verdad brota de la tierra, Y la justicia mira desde los cielos. (Salmos 85:11)
Ciertamente el SEÑOR dará lo que es bueno, Y nuestra tierra dará su fruto. (Salmos 85:12)
La justicia irá delante de El Y pondrá por camino Sus pasos. (Salmos 85:13)
Oración de David. Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y respóndeme, Porque estoy afligido y necesitado.
Guarda mi alma, pues soy piadoso; Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía. (Salmos 86:2)
Ten piedad de mí, oh Señor, Porque a Ti clamo todo el día. (Salmos 86:3)
Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma. (Salmos 86:4)

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Salmos 86:1 - Referencia Cruzada

Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y el maltrato, para hacer justicia con Tu mano. A Ti se acoge el desvalido; Tú has sido amparo del huérfano. (Salmos 10:14)
Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias. (Salmos 34:6)
Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja ante el SEÑOR. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Y llegue a Ti mi clamor. (Salmos 102:1)
Ha considerado la oración de los menesterosos, Y no ha despreciado su plegaria. (Salmos 102:17)
Yo Te he invocado, oh Dios, porque Tú me responderás; Inclina a mí Tu oído, escucha mi palabra. (Salmos 17:6)
Porque él librará al necesitado cuando clame, También al afligido y al que no tiene quien lo auxilie. (Salmos 72:12)
Masquil de David, cuando estaba en la cueva. Plegaria. Clamo al SEÑOR con mi voz; Con mi voz suplico al SEÑOR. (Salmos 142:1)
Quita de mí el oprobio y el desprecio, Porque yo guardo Tus testimonios. (Salmos 119:22)
EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS; (Lucas 4:18)
Todo esto lo hizo Mi mano, Y así todas estas cosas llegaron a ser," declara el SEÑOR. "Pero a éste miraré: Al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante Mi palabra. (Isaías 66:2)
Yo sé que el SEÑOR sostendrá la causa del afligido, Y el derecho de los pobres. (Salmos 140:12)
Bienaventurados (Felices) los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5:3)
Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, (Santiago 1:9)
Inclina a mí Tu oído, rescátame pronto; Sé para mí roca fuerte, Fortaleza para salvarme. (Salmos 31:2)
Por cuanto yo estoy afligido y necesitado, El Señor me tiene en cuenta. Tú eres mi ayuda y mi libertador; Dios mío, no Te tardes. (Salmos 40:17)
Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, Tus ojos y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo. (Isaías 37:17)
Inclina Tu oído, Dios mío, y escucha. Abre Tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca Tu nombre. Pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de Ti, sino por Tu gran compasión. (Daniel 9:18)
Hermanos míos amados, escuchen: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que Lo aman? (Santiago 2:5)