Ya que Tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has rechazado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo?
(Salmos 43:2)Envía Tu luz y Tu verdad; que ellas me guíen, Que me lleven a Tu santo monte Y a Tus moradas.
(Salmos 43:3)Entonces llegaré al altar de Dios, A Dios, mi supremo gozo; Y al son de la lira Te alabaré, oh Dios, Dios mío.
(Salmos 43:4)¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, Nuestros padres nos han contado La obra que hiciste en sus días, En los tiempos antiguos:
(Salmos 44:1)Tú con Tu mano echaste fuera las naciones, Pero a ellos los plantaste. Afligiste a los pueblos, Pero a ellos los hiciste crecer.
(Salmos 44:2)Pues no fue por su espada que tomaron posesión de la tierra, Ni fue su brazo el que los salvó, Sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, Porque Te complaciste en ellos.
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Salmos 43:5 - Referencia Cruzada
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez Por la salvación de Su presencia.
(Salmos 42:5)¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!
(Salmos 42:11)