Nueva Biblia Latinoamericana
Sólo El es mi roca y mi salvación, Mi baluarte, nunca seré sacudido. (Salmos 62:2)
¿Hasta cuándo atacarán a un hombre, Todos ustedes, para derribarlo, Como pared inclinada, como cerca que se tambalea? (Salmos 62:3)
Ellos solamente consultan para derribarlo de su eminencia; En la falsedad se deleitan; Bendicen con la boca, Pero por dentro maldicen. (Selah) (Salmos 62:4)
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, Pues de El viene mi esperanza.
Sólo El es mi roca y mi salvación, Mi refugio, nunca seré sacudido. (Salmos 62:6)
En Dios descansan mi salvación y mi gloria; La roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. (Salmos 62:7)
Confíen en El en todo tiempo, Oh pueblo; derramen su corazón delante de El; Dios es nuestro refugio. (Selah) (Salmos 62:8)

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Salmos 62:5 - Referencia Cruzada

conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. (Filipenses 1:20)
Salmo de David. Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y bendiga todo mi ser Su santo nombre. (Salmos 103:1)
Sean consumidos de la tierra los pecadores, Y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, al SEÑOR. ¡Aleluya! (Salmos 104:35)
Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR En la tierra de los vivientes. (Salmos 27:13)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez Por la salvación de Su presencia. (Salmos 42:5)
Entonces Jesús dijo a los doce discípulos : "¿Acaso también ustedes quieren irse?" (Juan 6:67)
Porque es aún visión para el tiempo señalado; Se apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, espérala; Porque ciertamente vendrá, no tardará. (Habacuc 2:3)
No seas para mí terror; Tú eres mi refugio en el día de calamidad. (Jeremías 17:17)
Espera en el SEÑOR y guarda Su camino, Y El te exaltará para que poseas la tierra. Cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás. (Salmos 37:34)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Salmos 43:5)
Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, cuán grande eres; Te has vestido de esplendor y de majestad, (Salmos 104:1)
Por tanto, espérenme," declara el SEÑOR, "hasta el día en que Me levante como testigo, Porque Mi decisión es reunir a las naciones, Juntar a los reinos, Para derramar sobre ellos Mi indignación, Todo el ardor de Mi ira. Porque por el fuego de Mi celo Toda la tierra será consumida. (Sofonías 3:8)
Porque Tú eres mi esperanza; Oh Señor DIOS, Tú eres mi confianza desde mi juventud. (Salmos 71:5)
Y ahora, Señor, ¿qué espero? En Ti está mi esperanza. (Salmos 39:7)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Salmos 42:11)
Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de David. En Dios solamente espera en silencio mi alma; De El viene mi salvación. (Salmos 62:1)
Pero yo pondré mis ojos en el SEÑOR, Esperaré en el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá. (Miqueas 7:7)
¡Aleluya! Oh alma mía, alaba al SEÑOR. (Salmos 146:1)
El SEÑOR es mi porción," dice mi alma, "por tanto en El espero." (Lamentaciones 3:24)