Nueva Biblia Latinoamericana
El mejor de ellos es como un zarzal, Y el más recto como un seto de espinos. El día que pongas tus centinelas, Tu castigo llegará. ¡Entonces será su confusión! (Miqueas 7:4)
No se fíen del vecino, Ni confíen en el amigo. De la que reposa en tu seno, Guarda tus labios. (Miqueas 7:5)
Porque el hijo trata con desdén al padre, La hija se levanta contra la madre, Y la nuera contra su suegra; Los enemigos del hombre son los de su propia casa. (Miqueas 7:6)
Pero yo pondré mis ojos en el SEÑOR, Esperaré en el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá.
No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, Aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz. (Miqueas 7:8)
La indignación del SEÑOR soportaré, Porque he pecado contra El, Hasta que defienda mi causa y establezca mi derecho. El me sacará a la luz, Y yo veré Su justicia. (Miqueas 7:9)
Entonces mi enemiga lo verá, Y se cubrirá de vergüenza la que me decía: "¿Dónde está el SEÑOR tu Dios?" Mis ojos la contemplarán; Entonces será pisoteada Como el lodo de las calles. (Miqueas 7:10)

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Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Miqueas 7:7 - Referencia Cruzada

Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de David. En Dios solamente espera en silencio mi alma; De El viene mi salvación. (Salmos 62:1)
¡Tu salvación espero, oh Señor! (Génesis 49:18)
Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás." (Salmos 50:15)
Mira a la derecha, y ve, Porque no hay quien me tome en cuenta; No hay refugio para mí; No hay quien cuide de mi alma. (Salmos 142:4)
Espero en el SEÑOR; en El espera mi alma, Y en Su palabra tengo mi esperanza. (Salmos 130:5)
Porque en Ti espero, oh SEÑOR; Tú responderás, Señor, Dios mío. (Salmos 38:15)
Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiarán mi honra en deshonra? ¿Hasta cuándo amarán la vanidad y buscarán la mentira? (Selah) (Salmos 4:2)
¡Oh Tú, que escuchas la oración! Hasta Ti viene todo hombre. (Salmos 65:2)
Los que a El miraron, fueron iluminados; Sus rostros jamás serán avergonzados. (Salmos 34:5)
No me entregues a la voluntad de mis adversarios; Porque testigos falsos se han levantado contra mí, Y los que respiran violencia. (Salmos 27:12)
En pago de mi amor, obran como mis acusadores, Pero yo oro. (Salmos 109:4)
Aguardaré al SEÑOR que esconde Su rostro de la casa de Jacob. Sí, a El esperaré. (Isaías 8:17)
En cuanto a mí, a Dios invocaré, Y el SEÑOR me salvará. (Salmos 55:16)
Para el director del coro. Salmo de David. Esperé pacientemente al SEÑOR, Y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. (Salmos 40:1)
Vuélvanse a Mí y sean salvos, todos los términos de la tierra; Porque Yo soy Dios, y no hay ningún otro. (Isaías 45:22)
Guíame en Tu verdad y enséñame, Porque Tú eres el Dios de mi salvación; En Ti espero todo el día. (Salmos 25:5)
Aunque la higuera no eche brotes, Ni haya fruto en las viñas; Aunque falte el producto del olivo, Y los campos no produzcan alimento; Aunque falten las ovejas del redil, Y no haya vacas en los establos, (Habacuc 3:17)
Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, Para el alma que Lo busca. (Lamentaciones 3:25)
Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él. (Lucas 2:25)
Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús. (Lucas 6:11)
Dios es mi salvación, Confiaré y no temeré; Porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación." (Isaías 12:2)
Esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, El nos oye. (1 Juan 5:14)
Confía callado en el SEÑOR y espera en El con paciencia; No te irrites a causa del que prospera en su camino, Por el hombre que lleva a cabo sus intrigas. (Salmos 37:7)
Y en aquel día se dirá: "Este es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara. Este es el SEÑOR a quien hemos esperado; Regocijémonos y alegrémonos en su salvación." (Isaías 25:9)