Nueva Biblia Latinoamericana
De Judá descendieron 3,000 hombres a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: "¿No sabes que los Filisteos reinan sobre nosotros? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho?" "Como ellos me hicieron, así les he hecho," contestó él. (Jueces 15:11)
Y ellos le dijeron: "Hemos descendido para prenderte y entregarte en manos de los Filisteos." "Júrenme que no me matarán," les dijo Sansón. (Jueces 15:12)
Ellos le respondieron: "No, sino que te ataremos bien y te entregaremos en sus manos. Ciertamente no te mataremos." Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña. (Jueces 15:13)
Al llegar él a Lehi, los Filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos.
Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató a 1,000 hombres con ella. (Jueces 15:15)
Entonces Sansón dijo: "Con la quijada de un asno, Montones sobre montones, Con la quijada de un asno He matado a 1,000 hombres." (Jueces 15:16)
Al terminar de hablar, arrojó la quijada de su mano, y llamó a aquel lugar Ramat Lehi (Alto de la Quijada). (Jueces 15:17)

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Jueces 15:14 - Referencia Cruzada

Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: "¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pues los hombres estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo. (Jueces 16:12)
¿Acaso no han hallado el botín y se lo están repartiendo? ¿Una doncella, dos doncellas para cada guerrero. Para Sísara un botín de tela de colores, Un botín de tela de colores bordada, Tela de colores de doble bordadura en el cuello del victorioso?' (Jueces 5:30)
No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, Aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz. (Miqueas 7:8)
Entonces el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y descendió a Ascalón y mató a treinta de ellos y tomando sus despojos, dio las mudas de ropa a los que habían declarado la adivinanza. Y ardiendo en ira, subió a la casa de su padre. (Jueces 14:19)
Continuó él, y me dijo: "Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: 'No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu,' dice el SEÑOR de los ejércitos. (Zacarías 4:6)
En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas mujeres que han compartido mis luchas en la causa del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el Libro de la Vida. (Filipenses 4:3)
El Espíritu de Dios vino con poder sobre Saúl al escuchar estas palabras, y Saúl se enojó grandemente. (1 Samuel 11:6)
Pero el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho. (Jueces 14:6)
Cuando la gente lo vio, alabaron a su dios, pues decían: "Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo, Al que asolaba nuestra tierra, Y multiplicaba nuestros muertos." (Jueces 16:24)
Me rodearon, sí, me rodearon; En el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí. (Salmos 118:11)
Porque Faraón dirá de los Israelitas: 'Andan vagando sin rumbo por la tierra. El desierto los ha encerrado.' (Éxodo 14:3)
Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de actitud (corazón) hacia el pueblo, y dijeron: "¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se fuera y dejaran de servirnos?" (Éxodo 14:5)
Y ella tenía hombres al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: "¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Así que no se descubrió el secreto de su fuerza. (Jueces 16:9)
Y aconteció que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró al campamento, todo Israel gritó con voz tan fuerte que la tierra tembló. (1 Samuel 4:5)
El adiestra mis manos para la batalla, Y mis brazos para tensar el arco de bronce. (Salmos 18:34)
Es breve el júbilo de los malvados, Y un instante dura la alegría del impío? (Job 20:5)
yo salía tras él, lo atacaba, y lo rescataba de su boca; y cuando se levantaba contra mí, lo tomaba por la quijada, lo hería y lo mataba. (1 Samuel 17:35)
Y vino sobre él el Espíritu del SEÑOR, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el SEÑOR entregó en su mano a Cusán Risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán Risataim. (Jueces 3:10)