El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad.
(Efesios 4:28)No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
(Efesios 4:29)Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención.
Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia.
(Efesios 4:31)Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo.
(Efesios 4:32)Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados;
(Efesios 5:1)Otras publicaciones relacionadas con "Efesios 4:30":
Efesios 4:30 - Referencia Cruzada
Entonces Isaías dijo: "Oigan ahora, casa de David: ¿Les parece poco cansar a los hombres, que también cansarán a mi Dios?
(Isaías 7:13)POR LO CUAL YO ME DISGUSTE CON AQUELLA GENERACION, Y DIJE: 'SIEMPRE SE DESVIAN EN SU CORAZON, Y NO HAN CONOCIDO MIS CAMINOS;'
(Hebreos 3:10)¿Con quiénes se disgustó por cuarenta años? ¿No fue con aquéllos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
(Hebreos 3:17)Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes.
(Hechos 7:51)Y al SEÑOR Le pesó haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en Su corazón.
(Génesis 6:6)Pero por obra Suya están ustedes en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, santificación y redención,
(1 Corintios 1:30)Pero ellos se rebelaron Y afligieron Su Santo Espíritu; Por lo cual El se convirtió en su enemigo Y peleó contra ellos.
(Isaías 63:10)Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al SEÑOR. Y El no pudo soportar más la angustia de Israel.
(Jueces 10:16)Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana.
(Marcus 3:5)Y no sólo ella , sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
(Romanos 8:23)Por cuanto no te has acordado de los días de tu juventud, sino que Me has irritado con todas estas cosas, también Yo haré recaer tu conducta sobre tu cabeza," declara el Señor DIOS, "para que no cometas esta lascivia con todas tus otras abominaciones."
(Ezequiel 16:43)Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: "DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria.
(1 Corintios 15:54)No Me has comprado con dinero caña aromática, Ni con la grasa de tus sacrificios Me has saciado. Por el contrario Me has abrumado con tus pecados, Y Me has cansado con tus iniquidades.
(Isaías 43:24)¿Los libraré del poder del Seol (región de los muertos)? ¿Los redimiré de la muerte? ¿Dónde están, oh muerte, tus espinas? ¿Dónde está, oh Seol, tu aguijón? La compasión estará oculta a Mi vista.
(Oseas 13:14)Por cuarenta años Me repugnó aquella generación, Y dije: "Es un pueblo que se desvía en su corazón Y no conocen Mis caminos.
(Salmos 95:10)¡Cuántas veces se rebelaron contra El en el desierto, Y Lo entristecieron en las soledades!
(Salmos 78:40)Pero si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes.
(Romanos 8:11)En El también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,
(Efesios 1:13)Cuando estas cosas empiecen a suceder, levántense y alcen la cabeza, porque se acerca su redención."
(Lucas 21:28)Entonces el SEÑOR dijo: "Mi Espíritu no luchará para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días 120 años."
(Génesis 6:3)