El restaura mi alma; Me guía por senderos de justicia Por amor de Su nombre.
(Salmos 23:3)
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
(Salmos 23:4)
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; Has ungido mi cabeza con aceite; Mi copa está rebosando.
(Salmos 23:5)
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del SEÑOR moraré por largos días.
Salmo de David. Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella, El mundo y los que en él habitan.
(Salmos 24:1)
Porque El la fundó sobre los mares, Y la asentó sobre los ríos.
(Salmos 24:2)
¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo?
(Salmos 24:3)
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Salmos 23:6 - Referencia Cruzada
Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor.
(Filipenses 1:23)
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas.
(Salmos 36:7)
El Señor me librará de toda obra mala y me traerá a salvo a Su reino celestial. A El sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(2 Timoteo 4:18)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo.
(Salmos 27:4)
Vida Te pidió y Tú se la diste, Largura de días eternamente y para siempre.
(Salmos 21:4)
Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.
(2 Corintios 5:1)
Con Tu consejo me guiarás, Y después me recibirás en gloria.
(Salmos 73:24)
En cuanto a mí, en justicia contemplaré Tu rostro; Al despertar, me saciaré cuando contemple Tu semblante.
(Salmos 17:15)
el cual nos libró de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar.
(2 Corintios 1:10)
Me darás a conocer la senda de la vida; En Tu presencia hay plenitud de gozo; En Tu diestra hay deleites para siempre.
(Salmos 16:11)
Tú has cambiado mi lamento en danza; Has desatado mi ropa de luto y me has ceñido de alegría;
(Salmos 30:11)
Pero la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que Le temen, Y su justicia para los hijos de los hijos,
(Salmos 103:17)