Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando mi corazón se llenó de amargura, Y en mi interior sentía punzadas, (Salmos 73:21)
Entonces era yo torpe y sin entendimiento; Era como una bestia delante de Ti. (Salmos 73:22)
Sin embargo, yo siempre estoy contigo; Tú me has tomado de la mano derecha. (Salmos 73:23)
Con Tu consejo me guiarás, Y después me recibirás en gloria.
¿A quién tengo yo en los cielos, sino a Ti? Fuera de Ti, nada deseo en la tierra. (Salmos 73:25)
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. (Salmos 73:26)
Porque los que están lejos de Ti perecerán; Tú has destruido a todos los que Te son infieles. (Salmos 73:27)

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Salmos 73:24 - Referencia Cruzada

Bendeciré al SEÑOR que me aconseja; En verdad, en las noches mi corazón me instruye. (Salmos 16:7)
Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor y decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu." (Hechos 7:59)
Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se Lo pidan?" (Lucas 11:13)
Padre, quiero que los que Me has dado, estén también conmigo donde Yo estoy, para que vean Mi gloria, la gloria que Me has dado; porque Me has amado desde antes de la fundación del mundo. (Juan 17:24)
Pero Dios redimirá mi alma del poder del Seol, Pues El me recibirá. (Selah) (Salmos 49:15)
Yo ando por el camino de la justicia, Por en medio de las sendas del derecho, (Proverbios 8:20)
Tus oídos oirán detrás de ti estas palabras: "Este es el camino, anden en él," ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda. (Isaías 30:21)
Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos. (2 Corintios 5:1)
Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; Gracia y gloria da el SEÑOR; Nada bueno niega a los que andan en integridad. (Salmos 84:11)
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5)
Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; Te aconsejaré con Mis ojos puestos en ti. (Salmos 32:8)
Pero cuando El, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. (Juan 16:13)
El SEÑOR te guiará continuamente, Saciará tu deseo en los lugares áridos Y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado Y como manantial cuyas aguas nunca faltan. (Isaías 58:11)
Por la mañana hazme oír Tu misericordia, Porque en Ti confío; Enséñame el camino por el que debo andar, Pues a Ti elevo mi alma. (Salmos 143:8)
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propio entendimiento. (Proverbios 3:5)
Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. (Juan 14:3)
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: "Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar. (Isaías 48:17)
Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. (Juan 17:5)
Dirige a los humildes en la justicia, Y enseña a los humildes su camino. (Salmos 25:9)
Porque Este es Dios, Nuestro Dios para siempre; El nos guiará hasta la muerte. (Salmos 48:14)
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: "Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU." Habiendo dicho esto, expiró. (Lucas 23:46)
Entonces tu luz despuntará como la aurora, Y tu recuperación brotará con rapidez. Delante de ti irá tu justicia; Y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia. (Isaías 58:8)
para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes. (1 Pedro 1:4)