Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces hiciste señales y maravillas contra Faraón, Contra todos sus siervos y contra todo el pueblo de su tierra; Pues supiste que ellos los trataban con soberbia, Y Te hiciste un nombre como el de hoy. (Nehemías 9:10)
Dividiste el mar delante de ellos, Y pasaron por medio del mar sobre tierra firme; Y echaste en los abismos a sus perseguidores, Como a una piedra en aguas turbulentas. (Nehemías 9:11)
Con columna de nube los guiaste de día, Y con columna de fuego de noche, Para alumbrarles el camino En que debían andar. (Nehemías 9:12)
Luego bajaste sobre el Monte Sinaí, Y desde el cielo hablaste con ellos; Les diste ordenanzas justas y leyes verdaderas, Estatutos y mandamientos buenos.
Les hiciste conocer Tu santo día de reposo, Y les entregaste mandamientos, estatutos y la ley Por medio de Tu siervo Moisés. (Nehemías 9:14)
Les proveíste pan del cielo para su hambre, Les sacaste agua de la peña para su sed, Y les dijiste que entraran a poseer La tierra que Tú habías jurado darles. (Nehemías 9:15)
Pero ellos, nuestros padres, obraron con soberbia, Fueron tercos y no escucharon Tus mandamientos. (Nehemías 9:16)

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Nehemías 9:13 - Referencia Cruzada

Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que estaba en el campamento. (Éxodo 19:16)
¿O qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de ustedes? (Deuteronomio 4:8)
Dijo: "El SEÑOR vino del Sinaí Esclareciéndoles desde Seir; Resplandeció desde el Monte Parán, Y vino de en medio de diez millares de santos; A Su diestra había fulgor centelleante para ellos. (Deuteronomio 33:2)
Dios viene de Temán, Y el Santo, del Monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, Y de Su alabanza está llena la tierra. (Habacuc 3:3)
Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el SEÑOR descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el Monte Sinaí. (Éxodo 19:11)
Entonces Dios habló todas estas palabras diciendo: (Éxodo 20:1)
Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas (reverencies) al SEÑOR tu Dios, que andes en todos Sus caminos, que Lo ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, (Deuteronomio 10:12)
¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! Si los montes se estremecieran ante Tu presencia (Isaías 64:1)
Estas palabras habló el SEÑOR a toda la asamblea de ustedes en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de las densas tinieblas con una gran voz, y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las dio. (Deuteronomio 5:22)
Cara a cara el SEÑOR habló con ustedes en el monte de en medio del fuego, (Deuteronomio 5:4)
La suma de Tu palabra es verdad, Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas. (Salmos 119:160)
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Así dirás a los Israelitas: 'Ustedes han visto que les he hablado desde el cielo. (Éxodo 20:22)
Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino. (Salmos 119:127)
¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido? (Deuteronomio 4:33)
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, Y descendiste, los montes se estremecieron ante Tu presencia. (Isaías 64:3)
Tsade. Justo eres Tú, SEÑOR, Y rectos Tus juicios. (Salmos 119:137)
Recuerda el día que estuviste delante del SEÑOR tu Dios en Horeb, cuando el SEÑOR me dijo: 'Reúneme el pueblo para que Yo les haga oír Mis palabras, a fin de que aprendan a temerme (reverenciarme) todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos.' (Deuteronomio 4:10)
Porque ustedes no se han acercado a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino, (Hebreos 12:18)
Les di Mis estatutos y les hice conocer Mis decretos, por los cuales el hombre vivirá si los cumple. (Ezequiel 20:11)
Así que la Ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno. (Romanos 7:12)
Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la Ley, reconociendo que es buena. (Romanos 7:16)