No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.'
(Deuteronomio 5:21)Estas palabras habló el SEÑOR a toda la asamblea de ustedes en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de las densas tinieblas con una gran voz, y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las dio.
Y cuando ustedes oyeron la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía con fuego, se acercaron a mí, todos los jefes de sus tribus y sus ancianos,
(Deuteronomio 5:23)y dijeron: 'El SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado Su gloria y Su grandeza, y hemos oído Su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste aún vive.
(Deuteronomio 5:24)Ahora pues, ¿por qué hemos de morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si seguimos oyendo la voz del SEÑOR nuestro Dios, entonces moriremos.
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Deuteronomio 5:22 - Referencia Cruzada
Todo el Monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.
(Éxodo 19:18)Entonces el SEÑOR les habló de en medio del fuego; oyeron su voz, sólo la voz, pero no vieron figura alguna.
(Deuteronomio 4:12)Cuando el SEÑOR terminó de hablar con Moisés sobre el Monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
(Éxodo 31:18)Y el SEÑOR dijo a Moisés: "Sube hasta Mí, al monte, y espera allí, y te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instrucción de ellos."
(Éxodo 24:12)Desde los cielos el SEÑOR te hizo oír Su voz para disciplinarte; y sobre la tierra te hizo ver Su gran fuego, y oíste Sus palabras de en medio del fuego.
(Deuteronomio 4:36)Cara a cara el SEÑOR habló con ustedes en el monte de en medio del fuego,
(Deuteronomio 5:4)