Asa tenía un ejército de 300,000 hombres de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y 280,000 de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos. Todos ellos eran valientes guerreros.
(2 Crónicas 14:8)
Zera el etíope salió contra ellos con un ejército de 1,000,000 de hombres y 300 carros, y vino hasta Maresa.
(2 Crónicas 14:9)
Asa salió a su encuentro, y se pusieron en orden de batalla en el Valle de Sefata junto a Maresa.
(2 Crónicas 14:10)
Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: "SEÑOR, no hay nadie más que Tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en Ti nos apoyamos y en Tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, Tú eres nuestro Dios; que no prevalezca ningún hombre contra Ti."
Y el SEÑOR derrotó a los Etíopes delante de Asa y delante de Judá, y los Etíopes huyeron.
(2 Crónicas 14:12)
Pero Asa y el pueblo que estaba con él los persiguieron hasta Gerar. Cayeron tantos Etíopes que no pudieron rehacerse, porque fueron destrozados delante del SEÑOR y delante de Su ejército. Los de Judá recogieron muchísimo botín.
(2 Crónicas 14:13)
Después destruyeron todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror del SEÑOR había caído sobre ellas; y todas las saquearon, pues había mucho botín en ellas.
(2 Crónicas 14:14)
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2 Crónicas 14:11 - Referencia Cruzada
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
(Salmos 18:6)
Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia Ti."
(2 Crónicas 20:12)
El nombre del SEÑOR es torre fuerte, A ella corre el justo y está a salvo.
(Proverbios 18:10)
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que los despojaron, porque el que los toca, toca la niña de Su ojo:
(Zacarías 2:8)
Al acercarse Faraón, los Israelitas alzaron los ojos, y vieron que los Egipcios marchaban tras ellos. Entonces los Israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR.
(Éxodo 14:10)
Así fueron humillados los Israelitas en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en el SEÑOR, Dios de sus padres.
(2 Crónicas 13:18)
Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
(Romanos 8:31)
yo salía tras él, lo atacaba, y lo rescataba de su boca; y cuando se levantaba contra mí, lo tomaba por la quijada, lo hería y lo mataba.
(1 Samuel 17:35)
Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo.
(2 Crónicas 32:20)
Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las Puertas del Hades (los poderes de la muerte) no prevalecerán contra ella.
(Mateo 16:18)
Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?"
(Hechos 9:4)
Dios los ayudó contra ellos, y los Agarenos y todos los que estaban con ellos fueron entregados en sus manos; porque clamaron a Dios en la batalla, y Dios fue propicio a ellos porque confiaron en El.
(1 Crónicas 5:20)
Pelearán contra ti, pero no te vencerán, Porque Yo estoy contigo," declara el SEÑOR, "para librarte."
(Jeremías 1:19)
Si no hubiera temido la provocación del enemigo, No sea que entendieran mal sus adversarios, No sea que dijeran: "Nuestra mano ha triunfado, Y no es el SEÑOR el que ha hecho todo esto."'
(Deuteronomio 32:27)
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Este es el rey de Israel;" y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
(2 Crónicas 18:31)
Y SUCEDERA QUE TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO.'
(Hechos 2:21)
Cuando Judá se volvió, vieron que eran atacados por delante y por detrás. Clamaron, pues, al SEÑOR, y los sacerdotes tocaron las trompetas.
(2 Crónicas 13:14)
Con él está sólo un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas." Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
(2 Crónicas 32:8)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia.
(Isaías 41:10)
Porque el SEÑOR vindicará a Su pueblo Y tendrá compasión de Sus siervos, Cuando vea que su fuerza se ha ido, Y que nadie queda, ni siervo ni libre.
(Deuteronomio 32:36)
Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias.
(Salmos 34:6)
Encomienda al SEÑOR tu camino, Confía en El, que El actuará;
(Salmos 37:5)
El SEÑOR dijo entonces a Gedeón: "Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los Madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa."
(Jueces 7:7)
Así que Dios está con nosotros a la cabeza, y Sus sacerdotes con las trompetas de aviso para tocar la alarma contra ustedes. ¡Oh Israelitas!, no luchen contra el SEÑOR, Dios de sus padres, porque nada lograrán."
(2 Crónicas 13:12)
¿Cómo es que uno puede perseguir a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiera vendido, Y el SEÑOR no los hubiera entregado?
(Deuteronomio 32:30)
Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros señores fuera de Ti nos han gobernado. Pero sólo en Ti confesamos Tu nombre.
(Isaías 26:13)
El da fuerzas al fatigado, Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
(Isaías 40:29)
A Ti clamaron, y fueron librados; En Ti confiaron, y no fueron decepcionados.
(Salmos 22:5)
Y El me ha dicho: "Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad." Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.
(2 Corintios 12:9)
Nosotros cantaremos con gozo por tu victoria (salvación), Y en el nombre de nuestro Dios alzaremos bandera. Que el SEÑOR cumpla todas tus peticiones.
(Salmos 20:5)
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, Porque en Ti confía.
(Isaías 26:3)
No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí.
(Juan 14:1)
¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos?
(Josué 7:8)
Cántico de ascenso gradual. En mi angustia clamé al SEÑOR, Y El me respondió.
(Salmos 120:1)
Dejen de considerar al hombre, cuyo soplo de vida está en su nariz. Pues ¿en qué ha de ser él estimado?
(Isaías 2:22)
Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil, y sus enemigos caerán a espada delante de ustedes.
(Levítico 26:8)
Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás."
(Salmos 50:15)
Levántate, oh SEÑOR; no prevalezca el hombre; Sean juzgadas las naciones delante de Ti.
(Salmos 9:19)
Jonatán dijo al joven que llevaba su armadura: "Ven y pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá el SEÑOR obrará por nosotros, pues el SEÑOR no está limitado a salvar con muchos o con pocos."
(1 Samuel 14:6)
Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación, Por la gloria de Tu nombre; Líbranos y perdona nuestros pecados por amor de Tu nombre.
(Salmos 79:9)
La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.
(Juan 14:27)
Por la fe en Su nombre, es el nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este hombre a quien ven y conocen. La fe que viene por medio de Jesús, le ha dado a este esta perfecta sanidad en presencia de todos ustedes.
(Hechos 3:16)
El guarda los pies de Sus santos, Pero los malvados son acallados en tinieblas, Pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre.
(1 Samuel 2:9)
Me invocará, y le responderé; Yo estaré con él en la angustia; Lo rescataré y lo honraré;
(Salmos 91:15)
El es quien desencadena destrucción sobre el fuerte, Y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.
(Amós 5:9)
Algunos confían en carros y otros en caballos, Pero nosotros en el nombre del SEÑOR nuestro Dios confiaremos.
(Salmos 20:7)
Entonces dijo David al Filisteo: "Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.
(1 Samuel 17:45)
Y los Israelitas fueron alistados y provistos de raciones, y salieron a su encuentro. Los Israelitas acamparon delante de ellos como dos rebaños pequeños de cabras pero los Arameos llenaban la tierra.
(1 Reyes 20:27)