Nueva Biblia Latinoamericana
Y subió el rey de Israel con Josafat, rey de Judá, contra Ramot de Galaad. (2 Crónicas 18:28)
El rey de Israel dijo a Josafat: "Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas reales." Y el rey de Israel se disfrazó y entraron en la batalla. (2 Crónicas 18:29)
Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros: "No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel." (2 Crónicas 18:30)
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Este es el rey de Israel;" y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
pues al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo. (2 Crónicas 18:32)
Pero alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo al cochero: "Da la vuelta y sácame de la batalla pues estoy gravemente herido." (2 Crónicas 18:33)
La batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los Arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol. (2 Crónicas 18:34)

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2 Crónicas 18:31 - Referencia Cruzada

Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas. (Salmos 116:1)
Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros padres, que ha puesto esto en el corazón del rey, para embellecer la casa del SEÑOR que está en Jerusalén, (Esdras 7:27)
Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del SEÑOR; El lo dirige donde le place. (Proverbios 21:1)
Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré, compuesto para Alamot. Cántico. Dios es nuestro refugio y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmos 46:1)
Cuando Judá se volvió, vieron que eran atacados por delante y por detrás. Clamaron, pues, al SEÑOR, y los sacerdotes tocaron las trompetas. (2 Crónicas 13:14)
El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; Nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah) (Salmos 46:11)
El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que Le temen, Y los rescata. (Salmos 34:7)
Cuando los caminos del hombre son agradables al SEÑOR, Aun a sus enemigos hace que estén en paz con él. (Proverbios 16:7)
De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, (2 Corintios 1:9)
Al acercarse Faraón, los Israelitas alzaron los ojos, y vieron que los Egipcios marchaban tras ellos. Entonces los Israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR. (Éxodo 14:10)
Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: "SEÑOR, no hay nadie más que Tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en Ti nos apoyamos y en Tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, Tú eres nuestro Dios; que no prevalezca ningún hombre contra Ti." (2 Crónicas 14:11)
Te ruego, oh Señor, que Tu oído esté atento ahora a la oración de Tu siervo y a la oración de Tus siervos que se deleitan en reverenciar Tu nombre. Haz prosperar hoy a Tu siervo, y concédele favor delante de este hombre." Era yo entonces copero del rey. (Nehemías 1:11)
En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y éste hizo proclamar por todo su reino y también por escrito: (Esdras 1:1)
Dios lo ayudó contra los Filisteos, contra los Arabes que habitaban en Gurbaal y contra los Meunitas. (2 Crónicas 26:7)
Si el SEÑOR no hubiera sido mi ayuda, Pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio. (Salmos 94:17)
Me empujaste con violencia para que cayera, Pero el SEÑOR me ayudó. (Salmos 118:13)