Omar Soto(Audio: Español)
RESUMEN:
El libro de Hageo habla sobre el pueblo de Israel que regresa a Jerusalén después de 70 años de exilio en Babilonia. A pesar de haber regresado a su tierra prometida, el pueblo estaba desanimado por diversas razones, como el conformismo con su situación en el exilio, el temor a enfrentar los retos de volver a una ciudad destruida, enfocarse en una palabra profética que no era relevante en ese momento, y enfrentar a los enemigos que se apoderaron de sus tierras. En resumen, el pueblo estaba insensible a responder al deseo del corazón de Dios. Dios quiere despertar el espíritu y el corazón de su pueblo, levantándolos, excitándolos, incitándolos y provocándolos para que presten atención a lo que él quiere comunicarles.
El pastor exhorta a la congregación a despertar y estar en sintonía con lo que Dios quiere hacer en sus vidas y en la iglesia. Se deben ampliar los horizontes y no conformarse con lo ordinario. Se debe buscar a Dios con intencionalidad y expectativa en cada servicio, y no llegar con un corazón aplatanado. El pastor enumera cuatro puntos en los que las personas pueden estar cayendo en la rutina y la conformidad, y exhorta a despertar y buscar la voluntad de Dios.
El predicador habla sobre cómo debemos despertar y prestar atención a lo que Dios nos está llamando a hacer. Menciona cuatro puntos importantes: no conformarnos, buscar aventuras en nuestra fe, responder al llamado de Dios y buscar su voluntad en todas las áreas de nuestra vida. Termina con una oración pidiendo la ayuda de Dios para cumplir con su propósito en nuestras vidas.Hermanos, vayan conmigo al libro de Hageo, Capítulo 1. Está en el Antiguo Testamento llegando casi al final, después de Sofonías y antes de Zacarías. Está ahí entre medio de esos dos, entre Sofonías y Zacarías. Hageo, Capítulo 1. Voy a leer algunos versos de aquí, este es bien interesante porque este pasaje me llegó hoy después de una conversación que tuve con una persona, después que hablé con esta persona, yo sentí en corazón irme a orar un rato, y yo estaba diciendo, Señor, yo necesito que tu me hables, basado en esa conversación, para mí fue una conversación tan reveladora, que yo dije, Señor, yo necesito que tu hables a mi espíritu, que confirmes algo. No tan solamente para mi vida personal, sino también para lo que tu estás haciendo en nosotros como iglesia. Para mí se ha convertido en una carga, pero una buena carga. El poder estar tan y tan en sintonía con el espíritu de Dios, particularmente los miércoles, mis hermanos, porque yo lo creo en mi corazón, que hay algo que Dios va a hacer con estos servicios de mitad de semana. Yo lo creo y lo confieso que aquí se van a dar unas visitaciones sobrenaturales. Yo sé que nosotros vamos a estar escuchando testimonios de personas que van a ser transformadas por el poder de Dios, que ya lo han sido, pero que también va a seguir sucediendo, que usted va a llegar aquí un miércoles por la noche, y se va a quedar, guau, espérate, hoy es miércoles, hoy es domingo, qué es esto? Un nuevo día en la semana o algo así.
Y mi carga se ha convertido en eso, mi carga se ha convertido en el sentido de poder orar intensamente pidiéndole al Señor esa visitación, mis hermanos. Por favor, en ningún momento hago este disclaimer, en ningún momento que Dios le libre, pensar que los miércoles por la noche es el show del pastor Omar, o el servicio del pastor Omar, Dios le libre de decir eso. Es más, que el Señor reprenda un pensamiento como ese. Porque esto no tiene nada que ver con el pastor Omar, yo sé que yo soy un recurso, yo me he puesto a la disposición de Dios, así como todos nosotros nos ponemos a la disposición de Dios. Pero esto es un servicio de la iglesia y es un momento donde nos encontramos con Dios, es un momento donde venimos, lo apartamos, lo tenemos ahí consagrado a él para llenarnos, para afirmarnos, para poder seguir adelante con los diarios vivir, y miren, para exponernos a la palabra de Dios que tiene tanto que ofrecer a nuestras vidas.