La santificación precede a las maravillas
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: El Señor nos está llevando a una nueva dimensión en nuestra vida espiritual y debemos dejarnos guiar por el arca de Dios y estar atentos a su dirección. Debemos ser flexibles y estar abiertos a iluminaciones y cambios en el programa de la adoración. También debemos estar atentos a la voz de Dios y depender de la oración, la lectura de la palabra y estar con el oído atento a lo que Dios quiera decirnos. Cuando enfrentamos retos y problemas en la vida, debemos usar las armas del espíritu y conocer la palabra de Dios para tener acceso a sus precedentes y estrategias.
El capítulo 7 del libro de Josué habla sobre cómo la desobediencia de un hombre llamado Acán trae maldición sobre todo el pueblo de Israel. Acán desobedece las instrucciones de Dios y se reserva para sí mismo parte de la propiedad que Dios había declarado como anatema, es decir, reservada para la destrucción. Al traer este objeto contaminado y abominable dentro del territorio del Señor, Acán trae maldición sobre todo el pueblo. Esta historia nos llama a tener cuidado y cautela en nuestra espiritualidad, a protegernos y asegurarnos de que no traemos nada contaminado en nuestra relación con Dios, especialmente en tiempos de conquista y oposición al enemigo. Debemos estar atentos y humildes, evitando la sobreconfianza y pidiendo a Dios que tenga misericordia de nuestra vida.
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de entender la guerra espiritual y la lucha que debemos emprender para alcanzar las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Él comparte un sueño que tuvo sobre una serpiente y cómo Dios le mostró que la serpiente representa poderes demoníacos que intentan impedir que la bendición de Dios llegue a nuestras vidas. El pastor también habla sobre la importancia de mantener cuentas cortas con Dios y examinar nuestros caminos para evitar la desobediencia y el pecado que pueden impedir que alcancemos la bendición de Dios. En resumen, el pastor llama a la congregación a estar alerta y consciente de la guerra espiritual y a luchar para alcanzar las bendiciones que Dios tiene para nosotros.
En este sermón, el pastor habla sobre el anatema y cómo puede impedir que la bendición de Dios entre en nuestras vidas. Él llama a la santificación y consagración de nuestras vidas al Señor y hace un llamado a tener una santa convocación como iglesia para humillarnos delante de Dios y pedir perdón por nuestras fallas. El pastor invita a todos a hacer un santo propósito de entrega al Señor y re consagración de nuestras vidas. La iglesia canta un coro pidiéndole al Señor que escudriñe nuestros corazones y nos purifique. El pastor ora por la congregación para que Dios los lleve al lugar donde Él quiere que estén.
El capítulo 7 del libro de Josué habla sobre cómo la desobediencia de un hombre llamado Acán trae maldición sobre todo el pueblo de Israel. Acán desobedece las instrucciones de Dios y se reserva para sí mismo parte de la propiedad que Dios había declarado como anatema, es decir, reservada para la destrucción. Al traer este objeto contaminado y abominable dentro del territorio del Señor, Acán trae maldición sobre todo el pueblo. Esta historia nos llama a tener cuidado y cautela en nuestra espiritualidad, a protegernos y asegurarnos de que no traemos nada contaminado en nuestra relación con Dios, especialmente en tiempos de conquista y oposición al enemigo. Debemos estar atentos y humildes, evitando la sobreconfianza y pidiendo a Dios que tenga misericordia de nuestra vida.
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de entender la guerra espiritual y la lucha que debemos emprender para alcanzar las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Él comparte un sueño que tuvo sobre una serpiente y cómo Dios le mostró que la serpiente representa poderes demoníacos que intentan impedir que la bendición de Dios llegue a nuestras vidas. El pastor también habla sobre la importancia de mantener cuentas cortas con Dios y examinar nuestros caminos para evitar la desobediencia y el pecado que pueden impedir que alcancemos la bendición de Dios. En resumen, el pastor llama a la congregación a estar alerta y consciente de la guerra espiritual y a luchar para alcanzar las bendiciones que Dios tiene para nosotros.
En este sermón, el pastor habla sobre el anatema y cómo puede impedir que la bendición de Dios entre en nuestras vidas. Él llama a la santificación y consagración de nuestras vidas al Señor y hace un llamado a tener una santa convocación como iglesia para humillarnos delante de Dios y pedir perdón por nuestras fallas. El pastor invita a todos a hacer un santo propósito de entrega al Señor y re consagración de nuestras vidas. La iglesia canta un coro pidiéndole al Señor que escudriñe nuestros corazones y nos purifique. El pastor ora por la congregación para que Dios los lleve al lugar donde Él quiere que estén.
Vamos a la palabra del Señor en el libro de Josué. Quiero ir al capítulo 7. Estaba pensando en este camino a través del cual el Señor nos ha llevado en términos de la meditación de la palabra en estos últimos domingos, comenzando con el 31 de diciembre. Y a manera de resumen quiero que tengan el hilo de los diferentes temas que hemos estado tratando en estos días para que ustedes vean la conexión con lo que hoy voy a enfocar.
Unas semanas atrás tuvimos ese primer mensaje que como yo les decía no era buscado, no era planificado. El Señor puso simplemente ese pensamiento en mi mente porque nunca antes habíes pasado por este camino, jamás habéis pasado por este camino, y de ahí salió esa meditación acerca de que el Señor nos llevaba a otra zona, otra tierra, otra dimensión más bien que estaba a punto de abrirse delante de nosotros y es un camino, una zona, una dimensión donde nunca antes hemos estado.
Unas semanas atrás tuvimos ese primer mensaje que como yo les decía no era buscado, no era planificado. El Señor puso simplemente ese pensamiento en mi mente porque nunca antes habíes pasado por este camino, jamás habéis pasado por este camino, y de ahí salió esa meditación acerca de que el Señor nos llevaba a otra zona, otra tierra, otra dimensión más bien que estaba a punto de abrirse delante de nosotros y es un camino, una zona, una dimensión donde nunca antes hemos estado.
