Señor - mirame, reconoceme y usame!
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
Esta mañana, el capítulo que nos tocó fue el capítulo 9 donde Saulo es tumbado de su caballo, se convierte al Señor y Dios le da un nuevo destino, un nuevo nombre, una nueva profesión. Pero mientras nosotros estábamos aquí adorando al Señor y declarando la liberación de los cautivos y declarando la liberación de esta ciudad, de esta región, de esta nación, y entendiendo que Dios nos ha llamado, hermanos, a ser un pueblo guerrero. Por eso nosotros tenemos el nombre de congregación León de Judá, porque Dios tiene un destino.
Ese nombre se lo dio el Señor a esta iglesia. No es que nosotros decidimos, oh, que bonito sería llamarla congregación León de Judá. No, nosotros nos llamábamos, Iglesia Bautista Central. Dios me dio ese sueño del león de la tribu de Judá ejerciendo su autoridad y sus señorío sobre poderes demoníacos que se posaban y ejercían su influencia sobre esta ciudad y Dios puso en mi corazón que así como Saulo fue llamado Pablo, así como Abran fue llamado Abraham, así como Sarai fue llamada Sara, así como Mara fue llamada Noemí, así como Jacob fue llamado Israel, que nosotros llamáramos congregación León de Judá y en ese nombre hay nombre hay mucho, mucho empacado, mucho ADN profético, empacado en ese nombre.