Un evangelio total
Dr. Roberto MirandaEn un mundo que se vuelve más secular cada día, algunos quieren relegar la religión y lo espiritual al ámbito meramente privado. Según ese modelo, la influencia de la religión debería limitarse a la iglesia o el hogar, y jamás extenderse al ámbito público.
Las grandes decisiones de la sociedad—su política, economía, educación, aun su moralidad—deberían determinarse según consideraciones supuestamente objetivas, no según los patrones inciertos y subjetivos de la religión o la espiritualidad. Por lo menos, eso es lo que pretenden los grupos liberales y secularizantes de muchas sociedades occidentales.