Un evangelio urgente
Faustino de Jesús Zamora VargasNo debemos sorprendernos de que los obreros sean pocos mientras que la cosecha crece más y más. El precio de seguir a Cristo es grande y eso lo sabemos muchos
, pero el gran precio fue pagado por Él. El pasaje de Mateo 8:19-22 es una enseñanza inestimable para nosotros como miembros de su cuerpo. Dice la Palabra que en medio de la multitud, un escriba se acerca al Señor y le propone seguirle “adondequiera que vayas”. Jesús, quien conoce el corazón del ser humano y discierne los pensamientos, lo puso a prueba diciéndole que Él, siendo el Maestro, ni siquiera tenía dónde recostar su cabeza. Aunque la biblia no lo aclara, parece ser que el escriba se alejó del lugar al oír el comentario del Señor. Evidentemente no estaba dispuesto a seguir al Maestro bajo condiciones tan precarias para alguien que seguramente estaba acostumbrado a un mejor estilo de vida. Más adelante, otro entusiasta viene al Señor y le dice que lo seguiría, pero primero debía enterrar a su padre muerto. Jesús lo invita a seguirle (Mt. 8:22), pero tampoco hay evidencia bíblica de que lo hiciera. Se nota un sentido de urgencia de Jesús cuando le dice “¡Sígueme”!