Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: "Ve y lávate en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará y quedarás limpio."
(2 Reyes 5:10)Pero Naamán se enojó, y se fue diciendo: "Yo pensé: 'Seguramente él vendrá a mí, y se detendrá e invocará el nombre del SEÑOR su Dios, moverá su mano sobre la parte enferma y curará la lepra.'
(2 Reyes 5:11)¿No son el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No pudiera yo lavarme en ellos y ser limpio?" Y dio la vuelta, y se fue enfurecido.
(2 Reyes 5:12)Pero sus siervos se le acercaron y le dijeron: "Padre mío, si el profeta le hubiera dicho que hiciera alguna gran cosa, ¿no la hubiera hecho? ¡Cuánto más cuando le dice a usted: 'Lávese, y quedará limpio'!"
Entonces él bajó y se sumergió siete veces en el Jordán conforme a la palabra del hombre de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
(2 Reyes 5:14)Cuando regresó al hombre de Dios con toda su compañía, fue y se puso delante de él, y le dijo: "Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Le ruego, pues, que reciba ahora un presente de su siervo."
(2 Reyes 5:15)Pero él respondió: "Vive el SEÑOR, delante de quien estoy, que no aceptaré nada." Y Naamán le insistió para que lo recibiera, pero él rehusó.
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2 Reyes 5:13 - Referencia Cruzada
Y los siervos del rey de Aram le dijeron: "Sus dioses son dioses de los montes, por eso fueron más fuertes que nosotros; mejor peleemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos?
(1 Reyes 20:23)Porque aunque ustedes tengan innumerables maestros (tutores) en Cristo, sin embargo no tienen muchos padres; pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio.
(1 Corintios 4:15)Y sus siervos le dijeron: "Hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; le rogamos que nos deje poner cilicio en nuestros lomos y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizás él salve su vida."
(1 Reyes 20:31)Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
(Salmos 51:7)Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios mediante la necedad de la predicación salvar a los que creen.
(1 Corintios 1:21)Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte.
(1 Corintios 1:27)Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando Su nombre.'
(Hechos 22:16)Y no llamen a nadie padre suyo en la tierra, porque Uno es su Padre, el que está en los cielos.
(Mateo 23:9)¡Jamás me lavarás los pies!" Le dijo Pedro. "Si no te lavo, no tienes parte conmigo," le respondió Jesús.
(Juan 13:8)Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo,
(1 Pedro 3:21)Hazael fue a ver a Eliseo, y tomó un presente en su mano de todo lo bueno de Damasco, la carga de cuarenta camellos; y vino y se puso delante de él y le dijo: "Su hijo Ben Adad, rey de Aram, me ha enviado a usted, y preguntarle: '¿Sanaré de esta enfermedad?'"
(2 Reyes 8:9)Cuando Eliseo se enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Joás, rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: "¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y sus hombres de a caballo!"
(2 Reyes 13:14)Y le respondí: "Señor mío, usted lo sabe." Y él me dijo: "Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
(Apocalipsis 7:14)Y ella dijo a su señora: "¡Ah, si mi señor estuviera con el profeta que está en Samaria! El entonces lo curaría de su lepra."
(2 Reyes 5:3)Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: "Ve y lávate en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará y quedarás limpio."
(2 Reyes 5:10)Al verlos, el rey de Israel dijo a Eliseo: "¿Los mato, padre mío? ¿Los mato?"
(2 Reyes 6:21)Pero hay un espíritu en el hombre, Y el soplo del Todopoderoso (Shaddai) le da entendimiento.
(Job 32:8)Lávame por completo de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
(Salmos 51:2)Lávense, límpiense, Quiten la maldad de sus obras de delante de Mis ojos. Cesen de hacer el mal.
(Isaías 1:16)Pero uno de los criados avisó a Abigail, mujer de Nabal: "David envió mensajeros desde el desierto a saludar a nuestro señor, pero él los ha tratado mal.
(1 Samuel 25:14)Ebed Melec el Etíope, eunuco del palacio del rey, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Estando el rey sentado a la Puerta de Benjamín,
(Jeremías 38:7)para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,
(Efesios 5:26)El nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,
(Tito 3:5)Eliseo lo vio y clamó: "Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su gente de a caballo." Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos pedazos.
(2 Reyes 2:12)acerquémonos con corazón sincero (verdadero), en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
(Hebreos 10:22)Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: "¡Doblen la rodilla!" Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.
(Génesis 41:43)El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si Yo soy padre, ¿dónde está Mi honor? Y si Yo soy señor, ¿dónde está Mi temor?" dice el SEÑOR de los ejércitos a ustedes sacerdotes que desprecian Mi nombre. Pero ustedes dicen: '¿En qué hemos despreciado Tu nombre?'
(Malaquías 1:6)