Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Elías le dijo: "Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán." Pero Eliseo dijo: "Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti." Y los dos siguieron caminando. (2 Reyes 2:6)
Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon frente a ellos, a lo lejos, mientras ellos dos se detuvieron junto al Jordán. (2 Reyes 2:7)
Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra seca. (2 Reyes 2:8)
Cuando ya habían pasado, Elías le dijo a Eliseo: "Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti." Y Eliseo le respondió: "Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí."
Elías le dijo: "Has pedido una cosa difícil. Sin embargo, si me ves cuando sea llevado de tu lado, así te sucederá; pero si no, no será así." (2 Reyes 2:10)
Mientras ellos iban andando y hablando, de pronto, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino. (2 Reyes 2:11)
Eliseo lo vio y clamó: "Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su gente de a caballo." Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos pedazos. (2 Reyes 2:12)

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2 Reyes 2:9 - Referencia Cruzada

Cuando Eliseo se enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Joás, rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: "¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y sus hombres de a caballo!" (2 Reyes 13:14)
Ahora, oh SEÑOR Dios, Tu promesa a mi padre David se ha cumplido, porque me has hecho rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. (2 Crónicas 1:9)
En aquel día el SEÑOR defenderá a los habitantes de Jerusalén, y el débil entre ellos aquel día será como David, y la casa de David será como Dios, como el ángel del SEÑOR delante de ellos. (Zacarías 12:8)
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." (Hechos 1:8)
Salmo a Salomón. Oh Dios, da Tus juicios al rey, Y Tu justicia al hijo del rey. (Salmos 72:1)
Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí. (Salmos 72:20)
Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza. (1 Timoteo 5:17)
Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador (Intercesor) no vendrá a ustedes; pero si me voy, se Lo enviaré. (Juan 16:7)
Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, un hombre sobre la congregación, (Números 27:16)
Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, (Lucas 24:45)
sino que reconocerá al primogénito, al hijo de la aborrecida, dándole una porción doble de todo lo que tiene, porque él es el principio de su vigor; a él le pertenece el derecho de primogenitura. (Deuteronomio 21:17)
Y ahora, yo sé que ninguno de ustedes, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro. (Hechos 20:25)
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que Me has dado; porque son Tuyos; (Juan 17:9)
Entonces descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo para que no la lleves tú solo. (Números 11:17)
Vuelvan a la fortaleza, Oh cautivos de la esperanza; Hoy mismo anuncio Que te restituiré el doble. (Zacarías 9:12)
Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los Israelitas le escucharon e hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés. (Deuteronomio 34:9)
Oh SEÑOR, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, preserva esto para siempre en las intenciones del corazón de Tu pueblo, y dirige su corazón hacia Ti. (1 Crónicas 29:18)
Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?" (1 Reyes 3:9)
En verdad les digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre. (Juan 14:12)
Entonces el SEÑOR descendió en la nube y le habló; y tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo colocó sobre los setenta ancianos. Y sucedió que cuando el Espíritu reposó sobre ellos, profetizaron; pero no volvieron a hacerlo más. (Números 11:25)
Pero deseen ardientemente los mejores dones. Y aun yo les muestro un camino más excelente. (1 Corintios 12:31)
Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:17)