Nueva Biblia Latinoamericana
Pues el rey oirá y librará a su sierva de mano del hombre que destruiría a ambos, a mí y a mi hijo, de la heredad de Dios.' (2 Samuel 14:16)
Se dijo además su sierva: 'Sea de consuelo la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien y el mal. ¡Que el SEÑOR su Dios sea con usted!'" (2 Samuel 14:17)
Respondió el rey y dijo a la mujer: "Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte." "Hable mi señor el rey," le dijo la mujer. (2 Samuel 14:18)
Y el rey dijo: "¿Está contigo la mano de Joab en todo esto?" Y la mujer respondió: "Vive su alma, mi señor el rey, nadie puede desviarse ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue su siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de su sierva;
su siervo Joab ha hecho esto con el fin de cambiar el aspecto de las cosas. Pero mi señor es sabio, como con la sabiduría del ángel de Dios, para saber todo lo que hay en la tierra." (2 Samuel 14:20)
Entonces el rey dijo a Joab: "Mira, ciertamente ahora haré esto; ve y trae al joven Absalón." (2 Samuel 14:21)
Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, bendijo al rey. Entonces Joab dijo: "Oh rey mi señor, hoy su siervo sabe que he hallado gracia ante sus ojos, puesto que el rey ha concedido la petición de su siervo." (2 Samuel 14:22)

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2 Samuel 14:19 - Referencia Cruzada

Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. (Josué 1:7)
¡Oh señor mío!" dijo Ana. "Vive su alma, señor mío. Yo soy la mujer que estuvo aquí junto a usted orando al SEÑOR. (1 Samuel 1:26)
Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca. Yo estaré con tu boca y con su boca y les enseñaré lo que tienen que hacer. (Éxodo 4:15)
Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan." (2 Samuel 3:29)
También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales mató; también derramó sangre de guerra en tiempo de paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies. (1 Reyes 2:5)
Y Elías le dijo a Eliseo: "Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado hasta Betel (Casa de Dios)." Pero Eliseo le dijo: "Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti." Así que ambos descendieron a Betel. (2 Reyes 2:2)
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió. (2 Samuel 3:27)
Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; Como el que cae delante de los malvados, has caído." Y todo el pueblo volvió a llorar por él. (2 Samuel 3:34)
Permítanos, por favor, pasar por su tierra. No pasaremos por campo labrado ni por viñedo; ni siquiera beberemos agua de pozo. Iremos por el camino real, sin volver a la derecha ni a la izquierda hasta que crucemos su territorio.'" (Números 20:17)
Cuando Saúl vio a David salir contra el Filisteo, dijo a Abner, el comandante del ejército: "Abner, ¿de quién es hijo este joven?" Y Abner dijo: "Por su vida, oh rey, no sé." (1 Samuel 17:55)
Pero David volvió a jurar y dijo: "Tu padre sabe bien que he hallado gracia ante tus ojos, y ha dicho: 'Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca.' Pero ciertamente, vive el SEÑOR y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte." (1 Samuel 20:3)
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal. (Proverbios 4:27)
después ve al rey y háblale de esta manera." Y Joab puso las palabras en su boca. (2 Samuel 14:3)
Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive su alma. Puesto que el SEÑOR le ha impedido derramar sangre y vengarse por su propia mano, sean pues como Nabal sus enemigos y los que buscan el mal contra mi señor. (1 Samuel 25:26)
A la mañana siguiente David escribió una carta a Joab, y la envió por mano de Urías. (2 Samuel 11:14)
Así que cuiden de hacer tal como el SEÑOR su Dios les ha mandado; no se desvíen a la derecha ni a la izquierda. (Deuteronomio 5:32)
No te desvíes de ninguna de las palabras que te ordeno hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses y servirles. (Deuteronomio 28:14)
porque Yo les daré a ustedes palabras y sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. (Lucas 21:15)
Urías respondió a David: "El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por su vida y la vida de su alma, que no haré tal cosa." (2 Samuel 11:11)