Nueva Biblia Latinoamericana
Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no lo sabía. (2 Samuel 3:26)
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió. (2 Samuel 3:27)
Cuando David lo supo después, dijo: "Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del SEÑOR de la sangre de Abner, hijo de Ner. (2 Samuel 3:28)
Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan."
Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón. (2 Samuel 3:30)
Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: "Rasguen sus vestidos, y cíñanse de cilicio, y hagan duelo delante de Abner." Y el rey David iba detrás del féretro. (2 Samuel 3:31)
Sepultaron, pues, a Abner en Hebrón. El rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo. (2 Samuel 3:32)

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2 Samuel 3:29 - Referencia Cruzada

es un leproso, es inmundo. El sacerdote ciertamente lo declarará inmundo; su infección está en su cabeza. (Levítico 13:44)
Sean pocos sus días, Y que otro tome su cargo. (Salmos 109:8)
para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos. (Jueces 9:24)
Y David le dijo: "Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: 'Yo he matado al ungido del SEÑOR.'" (2 Samuel 1:16)
Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre." Y él salió de su presencia leproso, blanco como la nieve. (2 Reyes 5:27)
Cuando los habitantes, vieron el animal colgando de su mano, decían entre sí: "Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, la diosa Justicia no le ha concedido vivir." (Hechos 28:4)
Díganles a los Israelitas: 'Cuando algún hombre tenga flujo de su cuerpo, su flujo será inmundo. (Levítico 15:2)
Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos. (Jueces 9:56)
Naamán, capitán del ejército del rey de Aram, era un gran hombre delante de su señor y tenido en alta estima, porque por medio de él el SEÑOR había dado la victoria (salvación) a Aram. También el hombre era un guerrero valiente, pero leproso. (2 Reyes 5:1)
Y verás la angustia de Mi morada, a pesar de todo el bien que hago a Israel; y nunca habrá anciano en tu casa. (1 Samuel 2:32)
Y el rey le dijo: "Haz como él ha dicho; atácalo, mátalo y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa. (1 Reyes 2:31)
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen." (Apocalipsis 16:6)