Así que Jonatán le avisó a David: "Saúl mi padre procura matarte. Ahora pues, te ruego que estés alerta por la mañana, y permanezcas en un lugar secreto y te escondas.
(1 Samuel 19:2)Yo saldré y me pondré al lado de mi padre en el campo donde tú te encuentres, y hablaré con mi padre de ti. Si descubro algo, te avisaré."
(1 Samuel 19:3)Entonces Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: "No peque el rey contra David su siervo, puesto que él no ha pecado contra usted, y puesto que sus hechos han sido de mucho beneficio para usted.
(1 Samuel 19:4)Porque puso su vida en peligro e hirió al Filisteo, y el SEÑOR trajo una gran liberación a todo Israel; usted lo vio y se regocijó. ¿Por qué, pues, pecará contra sangre inocente, dando muerte a David sin causa?"
Y escuchó Saúl la voz de Jonatán, y juró: "Vive el SEÑOR que no morirá."
(1 Samuel 19:6)Entonces Jonatán llamó a David y le comunicó todas estas palabras. Y Jonatán llevó a David ante Saúl, y estuvo en su presencia como antes.
(1 Samuel 19:7)Cuando hubo guerra de nuevo, David salió y peleó contra los Filisteos, y los derrotó con gran matanza, y huyeron delante de él.
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1 Samuel 19:5 - Referencia Cruzada
La mujer se acercó a Saúl, y viendo que estaba aterrorizado, le dijo: "Mire, su sierva le ha obedecido y he puesto mi vida en peligro al oír las palabras que usted me habló.
(1 Samuel 28:21)¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron.
(Hebreos 2:3)Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme, Sin razón son mis enemigos, Me hacen devolver aquello que no robé.
(Salmos 69:4)Pero Saúl dijo: "A nadie se matará en este día, porque hoy el SEÑOR ha hecho liberación en Israel."
(1 Samuel 11:13)y se apostaron en medio de la parcela, y la defendieron e hirieron a los Filisteos; y el SEÑOR los salvó con una gran victoria (salvación).
(1 Crónicas 11:14)Pero el pueblo dijo a Saúl: "¿Debe morir Jonatán, el que ha obtenido esta gran liberación en Israel? No sea así. Vive el SEÑOR que ni un cabello de su cabeza caerá a tierra, porque él ha obrado con Dios en este día." Así el pueblo rescató a Jonatán, y no murió.
(1 Samuel 14:45)Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Soy inocente de la sangre de este Justo. ¡Allá ustedes!"
(Mateo 27:24)Porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en el servicio de ustedes hacia mí.
(Filipenses 2:30)Pero ellos han hecho esto para que se cumpla la palabra que está escrita en su Ley: 'ME ODIARON SIN CAUSA.'
(Juan 15:25)En peligro continuo está mi vida, Con todo, no me olvido de Tu ley.
(Salmos 119:109)Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el SEÑOR me ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras."
(Jeremías 26:15)Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
(Hechos 20:24)Pero Jonatán respondió a su padre Saúl, y le dijo: "¿Por qué ha de morir? ¿Qué ha hecho?"
(1 Samuel 20:32)Pero Moisés dijo al pueblo: "No teman; estén firmes y vean la salvación que el SEÑOR hará hoy por ustedes. Porque los Egipcios a quienes han visto hoy, no los volverán a ver jamás.
(Éxodo 14:13)Así no se derramará sangre inocente en medio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, y no seas culpable de derramar sangre.
(Deuteronomio 19:10)He pecado entregando sangre inocente," dijo Judas. "A nosotros, ¿qué? ¡Allá tú!" dijeron ellos.
(Mateo 27:4)(pues mi padre peleó por ustedes, y arriesgó su vida y los libró de la mano de Madián,
(Jueces 9:17)Viendo, pues, que no me iban a librar, arriesgué mi vida y crucé contra los Amonitas, y el SEÑOR los entregó en mi mano. ¿Por qué, pues, han subido hoy a pelear contra mí?"
(Jueces 12:3)David metió la mano en su saco, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda, e hirió al Filisteo en la frente. La piedra se hundió en su frente y Goliat cayó a tierra sobre su rostro.
(1 Samuel 17:49)Ciertamente ninguno de los que esperan en Ti será avergonzado; Sean avergonzados los que sin causa se rebelan.
(Salmos 25:3)