Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Jeremías habló a todos los jefes y a todo el pueblo, y les dijo: "El SEÑOR me ha enviado a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las palabras que han oído. (Jeremías 26:12)
Ahora bien, enmienden sus caminos y sus obras, y obedezcan al SEÑOR su Dios, y el SEÑOR se arrepentirá del mal que ha pronunciado contra ustedes. (Jeremías 26:13)
En cuanto a mí, estoy en sus manos; hagan de mí como mejor y más recto sea a sus ojos. (Jeremías 26:14)
Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el SEÑOR me ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras."
Entonces los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Que no haya sentencia de muerte para este hombre, porque en nombre del SEÑOR nuestro Dios nos ha hablado." (Jeremías 26:16)
Y se levantaron algunos de los ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, y dijeron: (Jeremías 26:17)
Miqueas de Moréset profetizó en días de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá: 'Así ha dicho el SEÑOR de los ejércitos: "Sion será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, Y el monte del santuario será como los lugares altos de un bosque."' (Jeremías 26:18)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 26:15":

Charles Spurgeon
Nuestra palabra no regresará vacía
Artículo sobre la importancia de hablar por Dios y alimentar a otros con sus palabras, basado en la historia de Jeremías como siervo especial de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Apriétanos las tuercas
El predicador habla sobre la importancia de creer en la palabra profética de Dios y seguir su llamado, incluso en momentos de incertidumbre y miedo. El autor también cree que Dios está levantando apóstoles y profetas en este tiempo para guiar a la iglesia y que la iglesia debe discernir y seguir la palabra de Dios a través de ellos.


Marta Ramirez
En los peores momentos de la vida Dios habla por segunda vez
El artículo habla sobre la importancia de tener fe en Dios y confiar en sus promesas en momentos difíciles. Se enfoca en la historia de Jeremías y cómo Dios le habló incluso estando en prisión, prometiendo sanidad, restauración y perdón. El autor anima al lector a esperar en Dios y confiar en sus promesas.


Dr. Roberto Miranda
Creer a los profetas
El autor habla sobre la importancia de la adoración verdadera y el fluir en los dones del Espíritu Santo en la iglesia. También enfatiza la necesidad de creer en la palabra profética de Dios y obedecer a su autoridad para prosperar. El autor reconoce que la iglesia enfrenta una crisis actualmente y debe depender del poder y sabiduría de Dios para vencer cualquier obstáculo.


Fumio Taku
La iglesia y el pueblo de Israel
En este sermón, Fumio Taku habla sobre la relación entre la iglesia y el pueblo de Israel, el nuevo pacto y las promesas de Dios. También enfatiza la importancia de apoyar al pueblo de Israel y defender su derecho a la tierra que Dios les ha dado.


Jeremías 26:15 - Referencia Cruzada

Y el SEÑOR le dijo: "¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a Mí desde la tierra. (Génesis 4:10)
Rubén les respondió: "¿No les dije yo: 'No pequen contra el muchacho' y no me escucharon? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre." (Génesis 42:22)
y con engaño, tramaron entre ellos prender y matar a Jesús. (Mateo 26:4)
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen." (Apocalipsis 16:6)
Así que no contaminarán la tierra en que están; porque la sangre contamina la tierra, y no se puede hacer expiación por la tierra, por la sangre derramada en ella, excepto mediante la sangre del que la derramó. (Números 35:33)
También en tus faldas se halla Sangre de la vida de pobres inocentes; No los encontraste forzando la entrada. Pero a pesar de todo esto, (Jeremías 2:34)
Así no se derramará sangre inocente en medio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, y no seas culpable de derramar sangre. (Deuteronomio 19:10)
y dicen: 'Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas.' (Mateo 23:30)
También por la sangre inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocente, y el SEÑOR no quiso perdonar. (2 Reyes 24:4)
En vano he herido a sus hijos, No han aceptado corrección. La espada de ustedes ha devorado a sus profetas Como león destructor. (Jeremías 2:30)
Judas, el que Lo iba a entregar, dijo: "¿Acaso soy yo, Rabí (Maestro)?" "Tú lo has dicho," le contestó Jesús. (Mateo 26:25)
Ojos soberbios, lengua mentirosa, Manos que derraman sangre inocente, (Proverbios 6:17)
Así dice el SEÑOR: "Practiquen el derecho y la justicia, y liberen al despojado de manos de su opresor. Tampoco maltraten ni hagan violencia al extranjero, al huérfano o a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar. (Jeremías 22:3)
Estos mataron tanto al Señor Jesús como a los profetas, y a nosotros nos expulsaron, y no agradan a Dios sino que son contrarios a todos los hombres, (1 Tesalonicenses 2:15)
Pero tus ojos y tu corazón Sólo están para tu propia ganancia, Para derramar sangre inocente, Y para practicar la opresión y la violencia." (Jeremías 22:17)
y no oprimen al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni derraman sangre inocente en este lugar, ni andan en pos de otros dioses para su propia ruina, (Jeremías 7:6)
Cayendo de rodillas, clamó en alta voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Habiendo dicho esto, durmió (expiró). (Hechos 7:60)