Nueva Biblia Latinoamericana
Jonatán hirió la guarnición de los Filisteos que estaba en Geba, y lo supieron los Filisteos. Entonces Saúl tocó la trompeta por toda la tierra diciendo: "Que lo oigan los Hebreos." (1 Samuel 13:3)
Y todo Israel oyó decir que Saúl había herido la guarnición de los Filisteos, y también que Israel se había hecho odioso a los Filisteos. Entonces el pueblo se reunió con Saúl en Gilgal. (1 Samuel 13:4)
Y los Filisteos se reunieron para pelear contra Israel: 30,000 carros, 6,000 hombres de a caballo y gente tan numerosa como la arena a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet Avén. (1 Samuel 13:5)
Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en un apuro, pues el pueblo estaba en gran aprieto, el pueblo se escondió en cuevas, en matorrales, en peñascos, en sótanos y en fosos.
También algunos de los Hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad. Pero Saúl estaba todavía en Gilgal, y todo el pueblo le seguía atemorizado. (1 Samuel 13:7)
El esperó siete días, conforme al tiempo que Samuel había señalado, pero Samuel no llegaba a Gilgal, y el pueblo se le dispersaba. (1 Samuel 13:8)
Entonces Saúl dijo: "Tráiganme el holocausto y las ofrendas de paz." Y él ofreció el holocausto. (1 Samuel 13:9)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 13:6":

Dr. Roberto Miranda
Donde están la alabanza y la Presencia de Dios los demonios quedan neutralizados
En este estudio, el Dr. Roberto Miranda explora cómo la adoración y la unción del Espíritu Santo pueden neutralizar los poderes del mal y cambiar las circunstancias para cumplir los propósitos de Dios en nuestra vida.


Dr. Roberto Miranda
Obedecer es mejor que los sacrificios
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la obediencia y la integridad en nuestra vida cristiana, basado en el libro de Samuel y el pasaje de 1 Samuel 15:22-23. Se enfatiza que la desobediencia trae consecuencias funestas y que debemos caminar rectamente delante de Dios.


1 Samuel 13:6 - Referencia Cruzada

Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva. (1 Samuel 24:3)
Cuando ambos se mostraron a la guarnición de los Filisteos, éstos dijeron: "Miren, los Hebreos salen de las cavernas donde se habían escondido." (1 Samuel 14:11)
Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. (Filipenses 1:23)
David respondió a Gad: "Estoy muy angustiado. Te ruego que nos dejes caer en manos del SEÑOR porque grandes son Sus misericordias, pero no caiga yo en manos de hombre." (2 Samuel 24:14)
Los Amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín, y se angustió Israel en gran manera. (Jueces 10:9)
Entonces subieron los de Zif a Saúl en Guibeá y dijeron: "¿No está David escondido entre nosotros en los refugios de Hores, en la colina de Haquila que está al sur de Jesimón (del desierto)? (1 Samuel 23:19)
(de los cuales el mundo no era digno), errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra. (Hebreos 11:38)
Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los de Benjamín se aterrorizaron porque vieron que el desastre se les acercaba. (Jueces 20:41)
Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, vieron que el humo de la ciudad subía al cielo y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por el otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores. (Josué 8:20)
Pero éste es un pueblo saqueado y despojado, Todos están atrapados en cuevas, O escondidos en prisiones. Se han convertido en presa sin que nadie los libre Y en despojo sin que nadie diga: "Devuélvelos." (Isaías 42:22)
Al acercarse Faraón, los Israelitas alzaron los ojos, y vieron que los Egipcios marchaban tras ellos. Entonces los Israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR. (Éxodo 14:10)
Y el poder de Madián prevaleció sobre Israel. Por causa de los Madianitas, los Israelitas se hicieron escondites en las montañas y en las cavernas y en los lugares fortificados. (Jueces 6:2)