Pero los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Sirvieron a los Baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los Amonitas y a los dioses de los Filisteos. Abandonaron, pues, al SEÑOR y no le sirvieron.
(Jueces 10:6)Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los entregó en manos de los Filisteos y en manos de los Amonitas.
(Jueces 10:7)Y ellos afligieron y quebrantaron a los Israelitas ese año. Y por dieciocho años oprimieron a todos los Israelitas que estaban al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los Amorreos.
(Jueces 10:8)Los Amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín, y se angustió Israel en gran manera.
Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR: "Hemos pecado contra Ti, porque ciertamente hemos abandonado a nuestro Dios y hemos servido a los Baales."
(Jueces 10:10)Y el SEÑOR respondió a los Israelitas: "¿No los libré Yo de los Egipcios, de los Amorreos, de los Amonitas y de los Filisteos?
(Jueces 10:11)Cuando los Sidonios, los Amalecitas y los Maonitas los oprimían, clamaron a Mí, y Yo los libré de sus manos.
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Jueces 10:9 - Referencia Cruzada
Aconteció después de esto, que los Moabitas, los Amonitas, y con ellos algunos de los Meunitas, vinieron a pelear contra Josafat.
(2 Crónicas 20:1)Porque sucedía que cuando los hijos de Israel sembraban, los Madianitas venían con los Amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos.
(Jueces 6:3)Los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Entonces el SEÑOR fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, porque habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR.
(Jueces 3:12)Entonces Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué me has perturbado haciéndome subir?" Y Saúl respondió: "Estoy en gran angustia, pues los Filisteos hacen guerra contra mí; Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me reveles lo que debo hacer."
(1 Samuel 28:15)Y entre esas naciones no hallarás descanso, ni habrá reposo para la planta de tu pie, sino que allí el SEÑOR te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y desesperación de alma.
(Deuteronomio 28:65)En aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entraba, sino muchas tribulaciones sobre todos los habitantes de las tierras.
(2 Crónicas 15:5)Zera el etíope salió contra ellos con un ejército de 1,000,000 de hombres y 300 carros, y vino hasta Maresa.
(2 Crónicas 14:9)