Nueva Biblia Latinoamericana
¿Quién es ciego sino Mi siervo, O tan sordo como el mensajero a quien envío? ¿Quién es tan ciego como el que está en paz conmigo, O tan ciego como el siervo del SEÑOR? (Isaías 42:19)
Tú has visto muchas cosas, pero no las observas. Los oídos están abiertos, pero nadie oye. (Isaías 42:20)
El SEÑOR se agradó por causa de Su justicia En hacer la ley grande y gloriosa. (Isaías 42:21)
Pero éste es un pueblo saqueado y despojado, Todos están atrapados en cuevas, O escondidos en prisiones. Se han convertido en presa sin que nadie los libre Y en despojo sin que nadie diga: "Devuélvelos."
¿Quién de ustedes prestará oído a esto? ¿Quién pondrá atención y escuchará en el futuro? (Isaías 42:23)
¿Quién entregó a Jacob al despojo, Y a Israel a los saqueadores? ¿No fue el SEÑOR, contra quien pecamos? En Sus caminos no quisieron andar, Ni obedecieron Su ley. (Isaías 42:24)
Por eso derramó sobre él el ardor de Su ira Y la violencia de la batalla. Le prendió fuego por todos lados, Pero él no se dio cuenta; Lo consumió, pero él no hizo caso. (Isaías 42:25)

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Isaías 42:22 - Referencia Cruzada

Lo pondré en las manos de los que te atormentan, Que te han dicho: 'Póstrate para que pasemos.' Y tú pusiste tu espalda como suelo, Como calle para los que pasaban." (Isaías 51:23)
Y en el año treinta y siete del destierro de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, a los veinticinco días del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año primero de su reino, favoreció a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52:31)
Para que abras los ojos a los ciegos, Para que saques de la cárcel a los presos, Y de la prisión a los que moran en tinieblas. (Isaías 42:7)
Me ha devorado y aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, Me ha dejado como vaso vacío, Me ha tragado como un monstruo, Ha llenado su estómago de mis delicias, Me ha expulsado. (Jeremías 51:34)
La que envía por el mar embajadores En naves de junco sobre la superficie de las aguas! Id, veloces mensajeros, a una nación De alta estatura y de piel brillante, A un pueblo temido por todas partes, Una nación poderosa y opresora Cuya tierra surcan los ríos. (Isaías 18:2)
Todas las bestias del campo, Todas las bestias del bosque, Vengan a comer. (Isaías 56:9)
Rebaño descarriado es Israel; los leones lo han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos. (Jeremías 50:17)
y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado continuamente, sin que nadie te salve. (Deuteronomio 28:29)
Yo lo he despertado en justicia, Y todos sus caminos allanaré. El edificará Mi ciudad y dejará libres a Mis desterrados Sin pago ni recompensa," dice el SEÑOR de los ejércitos. (Isaías 45:13)
Y serán agrupados en montón Como prisioneros en un calabozo; Serán encerrados en la cárcel, Y después de muchos días serán castigados. (Isaías 24:22)
Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, (Lucas 19:41)
Pero cuando ustedes vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan entonces que su desolación está cerca. (Lucas 21:20)
Porque así dice el Señor DIOS: "Mi pueblo descendió a Egipto al principio para residir allí; después los Asirios los oprimieron sin motivo. (Isaías 52:4)
Para oír el gemido de los prisioneros, Para poner en libertad a los condenados a muerte; (Salmos 102:20)
Y aconteció que en el año noveno de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén y acamparon contra ella, y edificaron un muro de asedio alrededor de ella. (Jeremías 52:4)
La tierra de ustedes está desolada, Sus ciudades quemadas por el fuego, Su suelo lo devoran los extraños delante de ustedes, Y es una desolación, como destruida por extraños. (Isaías 1:7)
Entonces sucederá que el que huya del ruido del terror, caerá en el foso, Y el que salga del foso, será atrapado en el lazo. Porque las ventanas de arriba están abiertas, y los cimientos de la tierra se estremecen. (Isaías 24:18)
Y aconteció que en el año catorce del rey Ezequías, subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó. (Isaías 36:1)
Entiendan ahora esto ustedes, los que se olvidan de Dios, No sea que los despedace, y no haya quien los libre. (Salmos 50:22)
Que puso al mundo como un desierto, Que derribó sus ciudades, Que a sus prisioneros no abrió la cárcel?' (Isaías 14:17)