Nueva Biblia Latinoamericana
Y si lo hirió con una piedra en la mano, por la cual pueda morir, y muere, es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte. (Números 35:17)
O si lo golpeó con un objeto de madera en la mano, por lo cual pueda morir, y muere, es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte. (Números 35:18)
El vengador de sangre, él mismo dará muerte al asesino; le dará muerte cuando se encuentre con él. (Números 35:19)
Y si lo empujó con odio, o le arrojó algo mientras lo acechaba, y murió,
o si lo hirió con la mano en enemistad, y murió, al que lo hirió ciertamente se le dará muerte; es un asesino. El vengador de sangre dará muerte al asesino cuando se encuentre con él. (Números 35:21)
Pero si lo empujó súbitamente sin enemistad, o le arrojó algo sin acecharlo, (Números 35:22)
o tiró cualquier piedra que pudo matarlo, y sin ver que le cayó encima, murió, no siendo su enemigo ni procurando herirlo, (Números 35:23)

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Números 35:20 - Referencia Cruzada

pero no miró con agrado a Caín y su ofrenda. Caín se enojó mucho y su semblante se demudó. (Génesis 4:5)
Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión; Bajo su lengua hay malicia e iniquidad. (Salmos 10:7)
Caín dijo a su hermano Abel: "Vayamos al campo." Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. (Génesis 4:8)
Entonces Saúl dijo: "Así dirán a David: 'El rey no desea dote (compensación) alguna, sino cien prepucios de los Filisteos, para tomar venganza de los enemigos del rey.'" Pero Saúl pensaba hacer caer a David por mano de los Filisteos. (1 Samuel 18:25)
Y el rey le dijo: "Haz como él ha dicho; atácalo, mátalo y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa. (1 Reyes 2:31)
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió. (2 Samuel 3:27)
Porque sin causa me tendieron su red; Sin causa cavaron fosa para mi alma. (Salmos 35:7)
Y vino un espíritu malo de parte del SEÑOR sobre Saúl; y estaba él sentado en su casa con su lanza en la mano mientras David tocaba el arpa . (1 Samuel 19:9)
Pero no les preste atención, porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado, esperan emboscados. Ellos ya están listos esperando promesa de parte suya." (Hechos 23:21)
Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal; pues odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar. (2 Samuel 13:22)
Pasó allí tres meses, y habiéndose tramado un plan en su contra de parte de los Judíos cuando estaba por embarcarse para Siria, tomó la decisión de regresar por Macedonia. (Hechos 20:3)
Y aconteció al día siguiente que un espíritu malo de parte de Dios se apoderó de Saúl, y éste deliraba en medio de la casa, mientras David tocaba el arpa con su mano como de costumbre. Saúl tenía la lanza en la mano, (1 Samuel 18:10)
Entonces David huyó de Naiot en Ramá, vino ante Jonatán, y le dijo: "¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad y cuál es mi pecado contra tu padre para que busque mi vida?" (1 Samuel 20:1)
También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales mató; también derramó sangre de guerra en tiempo de paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies. (1 Reyes 2:5)
Ella salió y dijo a su madre: "¿Qué pediré?" "La cabeza de Juan el Bautista," le respondió ella. (Marcus 6:24)
Sin embargo, si alguien se enfurece contra su prójimo para matarlo con alevosía, lo tomarás aun de Mi altar para que muera. (Éxodo 21:14)
El hombre cargado con culpa de sangre humana, Fugitivo será hasta la muerte; que nadie lo apoye. (Proverbios 28:17)
y levantándose, echaron a Jesús fuera de la ciudad, y Lo llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para tirar a Jesús desde allí. (Lucas 4:29)
Pero ellos a su propia sangre asechan, Tienden lazo a sus propias vidas. (Proverbios 1:18)
Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela. (1 Samuel 24:11)
Mi alma está entre leones; Tengo que acostarme entre los que vomitan fuego; Entre los hijos de los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, Y cuya lengua es espada afilada. (Salmos 57:4)
Absalón ordenó a sus siervos y dijo: "Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo les diga: 'Hieran a Amnón,' entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes." (2 Samuel 13:28)
Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: "Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con puertas dobles y barras." (1 Samuel 23:7)
Pero si hay un hombre que odia a su prójimo, y acechándolo, se levanta contra él, lo hiere y éste muere, y después él huye a una de estas ciudades, (Deuteronomio 19:11)
Porque, los impíos tensan el arco, Preparan su flecha sobre la cuerda Para disparar en lo oscuro a los rectos de corazón. (Salmos 11:2)
El que odia, disimula con sus labios, Pero en su corazón acumula engaño. (Proverbios 26:24)
Herodías le tenía rencor y deseaba matarlo, pero no podía, (Marcus 6:19)
Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y éste lo hirió en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sin herirlo de nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri. (2 Samuel 20:10)