Nueva Biblia Latinoamericana
De nuevo David consultó al SEÑOR; y el SEÑOR le respondió: "Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los Filisteos en tu mano." (1 Samuel 23:4)
Y David y sus hombres fueron a Keila y pelearon contra los Filisteos; y él se llevó sus ganados y los hirió con gran mortandad. Así libró David a los habitantes de Keila. (1 Samuel 23:5)
Al huir Abiatar, hijo de Ahimelec, a donde estaba David en Keila, descendió con un efod en la mano. (1 Samuel 23:6)
Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: "Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con puertas dobles y barras."
Y Saúl convocó a todo el pueblo a la guerra, para descender a Keila a fin de cercar a David y sus hombres. (1 Samuel 23:8)
David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar: "Trae el efod." (1 Samuel 23:9)
Entonces David dijo: "Oh SEÑOR, Dios de Israel, Tu siervo ciertamente ha oído que Saúl procura venir a Keila para destruir la ciudad por causa mía. (1 Samuel 23:10)

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1 Samuel 23:7 - Referencia Cruzada

Y los hombres de David le dijeron: "Mira, este es el día del que el SEÑOR te habló: 'Voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca.'" Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl. (1 Samuel 24:4)
Porque Faraón dirá de los Israelitas: 'Andan vagando sin rumbo por la tierra. El desierto los ha encerrado.' (Éxodo 14:3)
Entonces Abisai dijo a David: "Hoy Dios ha entregado a tu enemigo en tu mano. Ahora pues, déjame clavarlo a la tierra de un solo golpe; no tendré que darle por segunda vez." (1 Samuel 26:8)
Entonces fue dicho a los de Gaza: "Sansón ha venido acá." Y ellos cercaron el lugar y se apostaron a la puerta de la ciudad toda la noche, acechándolo. Y estuvieron callados toda la noche y dijeron: "Esperemos hasta que amanezca, entonces lo mataremos." (Jueces 16:2)
Es breve el júbilo de los malvados, Y un instante dura la alegría del impío? (Job 20:5)
El enemigo dijo: 'Perseguiré, alcanzaré, repartiré el despojo; Se cumplirá mi deseo contra ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.' (Éxodo 15:9)
Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. (Lucas 19:43)
Porque mis enemigos han hablado de mí; Y los que acechan mi vida han consultado entre sí, (Salmos 71:10)
David se quedó en el desierto en los refugios, y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano. (1 Samuel 23:14)