Y si lo empujó con odio, o le arrojó algo mientras lo acechaba, y murió,
(Números 35:20)o si lo hirió con la mano en enemistad, y murió, al que lo hirió ciertamente se le dará muerte; es un asesino. El vengador de sangre dará muerte al asesino cuando se encuentre con él.
(Números 35:21)Pero si lo empujó súbitamente sin enemistad, o le arrojó algo sin acecharlo,
(Números 35:22)o tiró cualquier piedra que pudo matarlo, y sin ver que le cayó encima, murió, no siendo su enemigo ni procurando herirlo,
entonces la congregación juzgará entre el que mató y el vengador de la sangre conforme a estas ordenanzas.
(Números 35:24)La congregación librará al acusado de la mano del vengador de sangre, y la congregación lo restaurará a la ciudad de refugio a la cual huyó; y vivirá en ella hasta la muerte del sumo sacerdote que fue ungido con óleo santo.
(Números 35:25)Pero si el que causó la muerte del otro sale alguna vez de los límites de la ciudad de refugio a la cual pudo huir,
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