porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este pueblo.'"
(Números 22:17)
Y Balaam respondió a los siervos de Balac: "Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría traspasar el mandamiento del SEÑOR mi Dios para hacer ni poco ni mucho.
(Números 22:18)
Pero, les ruego que permanezcan aquí también esta noche, y sabré que más me dice el SEÑOR."
(Números 22:19)
Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: "Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos; pero sólo dirás la palabra que Yo te hable."
Y Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los jefes de Moab.
(Números 22:21)
Pero Dios se enojó porque él iba, y el ángel del SEÑOR se puso en el camino como un adversario contra él. Y Balaam iba montado sobre su asna, y sus dos sirvientes con él.
(Números 22:22)
Cuando el asna vio al ángel del SEÑOR de pie en el camino con la espada desenvainada en la mano, el asna se salió del camino y se fue por medio del campo; pero Balaam golpeó el asna para hacerla volver al camino.
(Números 22:23)
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Números 22:20 - Referencia Cruzada
La venida del impío será conforme a la actividad de Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos,
(2 Tesalonicenses 2:9)
Pero Balaam respondió a Balac: "¿No te dije que todo lo que el SEÑOR hable, eso debo hacer?"
(Números 23:26)
Y él le respondió: "¿No debo tener cuidado de hablar lo que el SEÑOR pone en mi boca?"
(Números 23:12)
Antes de que hubieran satisfecho su deseo, Mientras la comida aún estaba en su boca,
(Salmos 78:30)
El ángel del SEÑOR respondió a Balaam: "Ve con los hombres, pero hablarás sólo la palabra que yo te diga." Y Balaam se fue con los jefes de Balac.
(Números 22:35)
y le dijeron: "Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones."
(1 Samuel 8:5)
Y el SEÑOR puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: "Vuelve a Balac y así hablarás."
(Números 23:5)
En Mi ira te di un rey, Y te lo quité en Mi furor.
(Oseas 13:11)
Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no podría yo traspasar el mandamiento del SEÑOR para hacer lo bueno o lo malo de mi propia iniciativa. Lo que hable el SEÑOR, eso hablaré'?
(Números 24:13)
Cuando vieron que Nahas, rey de los Amonitas, venía contra ustedes, me dijeron: 'No, sino que un rey ha de reinar sobre nosotros,' aunque el SEÑOR su Dios era su rey.
(1 Samuel 12:12)
Y vino a mí la palabra del SEÑOR:
(Ezequiel 14:2)
El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; Frustra los designios de los pueblos.
(Salmos 33:10)
Por eso los entregué a la dureza de su corazón, Para que anduvieran en sus propias intrigas.
(Salmos 81:12)
El SEÑOR salió al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca y le dijo: "Vuelve a Balac y así hablarás."
(Números 23:16)
A causa de tu furor contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi garfio en tu nariz Y Mi freno en tu boca, Y te haré volver por el camino por donde viniste.
(Isaías 37:29)