Nueva Biblia Latinoamericana
El nombre de su primogénito era Joel, y el nombre del segundo, Abías; éstos juzgaban en Beerseba. (1 Samuel 8:2)
Pero sus hijos no anduvieron en los caminos de su padre, sino que se desviaron tras ganancias deshonestas, aceptaron sobornos y pervirtieron el derecho. (1 Samuel 8:3)
Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a Samuel en Ramá, (1 Samuel 8:4)
y le dijeron: "Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones."
Pero fue desagradable a los ojos de Samuel que dijeran: "Danos un rey que nos juzgue." Y Samuel oró al SEÑOR. (1 Samuel 8:6)
Y el SEÑOR dijo a Samuel: "Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que Me han desechado a Mí para que Yo no sea rey sobre ellos. (1 Samuel 8:7)
Así como todas las obras que han hecho desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy, abandonándome y sirviendo a otros dioses, así lo están haciendo contigo también. (1 Samuel 8:8)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 8:5":

Dr. Roberto Miranda
Dios no ha terminado de tratar con los líderes de nuestras naciones
El Dr. Roberto Miranda habla sobre el papel de la iglesia en llamar a los líderes nacionales al arrepentimiento y al acercamiento a Dios a través del temor a Él y del poder profético.


Dr. Roberto Miranda
La generación Samuel
El pastor habla sobre la necesidad de preparar una nueva generación de líderes ungidos por Dios para la iglesia de Cristo, la generación Samuel, llena del Espíritu Santo y profética, destinada a cambiar destinos y caminar inspirando temor al mundo.


1 Samuel 8:5 - Referencia Cruzada

Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: 'Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean,' (Deuteronomio 17:14)
Pero fue desagradable a los ojos de Samuel que dijeran: "Danos un rey que nos juzgue." Y Samuel oró al SEÑOR. (1 Samuel 8:6)
¿Dónde está ahora tu rey Para que te salve en todas tus ciudades, Y tus jueces de quienes Me decías: "Dame rey y príncipes"? (Oseas 13:10)
No obstante, el pueblo rehusó oír la voz de Samuel, y dijeron: "No, sino que habrá rey sobre nosotros, (1 Samuel 8:19)
Porque desde la cumbre de las peñas lo veo, Y desde los montes lo observo. Este es un pueblo que mora aparte, Y que no será contado entre las naciones. (Números 23:9)
¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré al SEÑOR, para que mande truenos y lluvia. Entonces conocerán y verán que es grande la maldad que han hecho ante los ojos del SEÑOR, al pedir para ustedes un rey." (1 Samuel 12:17)
Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años. (Hechos 13:21)