Nueva Biblia Latinoamericana
Si alguien quiere hacerles daño, de su boca sale fuego y devora a sus enemigos. Así debe morir cualquiera que quisiera hacerles daño. (Apocalipsis 11:5)
Ellos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda suerte de plagas todas las veces que quieran. (Apocalipsis 11:6)
Cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11:7)
Sus cadáveres estarán en la calle de la gran ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado.
Gente de todos los pueblos, tribus, lenguas, y naciones, contemplarán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sus cadáveres sean sepultados. (Apocalipsis 11:9)
Los que moran en la tierra se regocijarán por ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que moran en la tierra. (Apocalipsis 11:10)
Pero después de los tres días y medio, el aliento de vida de parte de Dios vino a ellos y se pusieron en pie, y gran temor cayó sobre quienes los contemplaban. (Apocalipsis 11:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Apocalipsis 11:8":

Charles Spurgeon
Nadie puede dañar a aquellos que confían en el Dios vivo
Artículo sobre la protección divina para aquellos que confían en el Dios vivo y cómo los miedos supersticiosos y la brujería no pueden afectar al pueblo de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Cuando Dios da una Palabra se cumplirá en todos los sentidos
Artículo sobre la importancia de creer en las palabras proféticas de Dios y cómo estas se cumplen, incluso en momentos de incredulidad y sufrimiento espiritual. Se habla de un gran mover profético que traerá una cosecha de almas y bendición a las naciones, y cómo la Palabra de la Iglesia será un poderoso rompe cercos del enemigo.


Apocalipsis 11:8 - Referencia Cruzada

En verdad les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad. (Mateo 10:15)
Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?" (Hechos 9:4)
También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después. (2 Pedro 2:6)
En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11:13)
Gente de todos los pueblos, tribus, lenguas, y naciones, contemplarán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sus cadáveres sean sepultados. (Apocalipsis 11:9)
pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y Lo exponen a la ignominia pública. (Hebreos 6:6)
Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: "¡Cayó, cayó la gran Babilonia!, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión (del furor) de su inmoralidad." (Apocalipsis 14:8)
Pero los hombres de Sodoma eran malos y pecadores en gran manera contra el SEÑOR. (Génesis 13:13)
Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron (se entregaron a gran inmoralidad) y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno. (Judas 1:7)
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta. (Hebreos 13:12)
Y de pie, desde lejos por causa del temor de su tormento, dirán: '¡Ay, ay, la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte! Porque en una hora ha llegado tu juicio.' (Apocalipsis 18:10)
Y no abandonó sus prostituciones de cuando estaba en Egipto; pues en su juventud muchos se habían acostado, y acariciaron sus senos virginales y derramaron sobre ella su pasión. (Ezequiel 23:8)
Y gritó con potente voz: "¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible. (Apocalipsis 18:2)
Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: "Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. (Apocalipsis 18:21)
Y el SEÑOR dijo: "Ciertamente he visto la aflicción de Mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. (Éxodo 3:7)
La expresión de sus rostros testifica contra ellos, Y como Sodoma publican su pecado. No lo encubren. ¡Ay de ellos!, Porque han traído mal sobre sí mismos. (Isaías 3:9)
Y trajeron a Urías de Egipto y lo llevaron al rey Joacim, quien lo mató a espada y echó su cadáver a la fosa común. (Jeremías 26:23)
Si el SEÑOR de los ejércitos No nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, Seríamos como Sodoma, Y semejantes a Gomorra. (Isaías 1:9)
Sin embargo, debo seguir Mi camino, hoy, mañana y pasado mañana; porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. (Lucas 13:33)
Los destruí como Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra, Y fueron como tizón arrebatado de la hoguera. Sin embargo, ustedes no se han vuelto a Mí," declara el SEÑOR. (Amós 4:11)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.' (Ezequiel 37:11)
Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra." (Apocalipsis 18:24)
Los Egipcios, pues, obligaron a los Israelitas a trabajar duramente, (Éxodo 1:13)
que se prostituyeron en Egipto; se prostituyeron en su juventud. Allí fueron tocados sus pechos y allí fueron acariciados sus senos virginales. (Ezequiel 23:3)
Sin embargo ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud, cuando se prostituía en la tierra de Egipto. (Ezequiel 23:19)
Han dado los cadáveres de Tus siervos por comida a las aves del cielo, La carne de Tus santos a las fieras de la tierra. (Salmos 79:2)
Cuando hizo Sus señales en Egipto, Y Sus prodigios en el campo de Zoán. (Salmos 78:43)
La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle la copa del vino del furor de Su ira. (Apocalipsis 16:19)
Entonces el SEÑOR hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, de parte del SEÑOR desde los cielos. (Génesis 19:24)
También entre los profetas de Jerusalén he visto algo horrible: Cometían adulterio y andaban en mentiras; Fortalecían las manos de los malhechores, Sin convertirse ninguno de su maldad. Todos ellos son para Mí como Sodoma, Y sus habitantes como Gomorra. (Jeremías 23:14)
Sobre su frente había un nombre escrito, un misterio: "BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA." (Apocalipsis 17:5)
y al ver el humo de su incendio gritaban: '¿Qué ciudad es semejante a la gran ciudad?' (Apocalipsis 18:18)
Y cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de sus hijas, la suerte de Samaria y de sus hijas, y junto con ellas, tu propia suerte, (Ezequiel 16:53)
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: "Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas. (Apocalipsis 17:1)
Así pondré fin a tu lujuria y a tu prostitución traídas de la tierra de Egipto, y no levantarás más tus ojos hacia ellos ni recordarás más a Egipto.' (Ezequiel 23:27)
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre (de la esclavitud). (Éxodo 20:2)