La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle la copa del vino del furor de Su ira. (Apocalipsis 16:19)

Entonces toda isla huyó y los montes no fueron hallados. (Apocalipsis 16:20)

Enormes granizos, como de 45 kilos cada uno, cayeron sobre los hombres. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esa plaga fue sumamente grande. (Apocalipsis 16:21)

Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: "Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.

Con ella los reyes de la tierra cometieron actos inmorales, y los moradores de la tierra fueron embriagados con el vino de su inmoralidad." (Apocalipsis 17:2)

Entonces me llevó en el Espíritu a un desierto. Vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, y que tenía siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17:3)

La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, y piedras preciosas, y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de abominaciones y de las inmundicias de su inmoralidad. (Apocalipsis 17:4)

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Apocalipsis 17:1 - Referencia Cruzada

Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino puro y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. (Apocalipsis 15:6)

y diciendo: '¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas! (Apocalipsis 18:16)

Entonces vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado (se ha completado) el furor de Dios. (Apocalipsis 15:1)

Y de repente dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías, (Lucas 9:30)

Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: "Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero." (Apocalipsis 21:9)

El que hablaba conmigo tenía una vara de medir de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. (Apocalipsis 21:15)

¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel, La que estaba llena de justicia! Moraba en ella la rectitud, Pero ahora, asesinos. (Isaías 1:21)

PORQUE SUS JUICIOS SON VERDADEROS Y JUSTOS, Pues ha juzgado a la gran ramera Que corrompía la tierra con su inmoralidad, Y HA VENGADO LA SANGRE DE SUS SIERVOS EN ELLA." (Apocalipsis 19:2)

Porque desde hace tiempo rompí tu yugo Y arranqué tus coyundas; Pero dijiste: 'No serviré.' Porque sobre toda colina alta Y bajo todo árbol frondoso Te echabas como ramera. (Jeremías 2:20)

Y se dijeron el uno al otro: "¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?" (Lucas 24:32)

Todo por las muchas prostituciones de la ramera, La encantadora, la maestra de hechizos, Que seduce a las naciones con sus prostituciones Y a los pueblos con sus hechizos. (Nahúm 3:4)

Pero ustedes vengan acá, hijos de hechicera, Descendientes de adúltero y ramera. (Isaías 57:3)

Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: "Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas. (Apocalipsis 17:1)

Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo. Y la primera voz que yo había oído, como sonido de trompeta que hablaba conmigo, decía: "Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas." (Apocalipsis 4:1)

Oh, tú, que moras junto a muchas aguas, Rica en tesoros, Ha llegado tu fin, El término de tu codicia. (Jeremías 51:13)