Nueva Biblia Latinoamericana
Aholá se prostituyó cuando era Mía; y se apasionó de sus amantes, los Asirios, vecinos suyos, (Ezequiel 23:5)
vestidos de púrpura, gobernadores y oficiales, todos ellos jóvenes apuestos, jinetes montados a caballo. (Ezequiel 23:6)
Ella cometió sus prostituciones con ellos, con lo más selecto de los Asirios; y con todos los que se había apasionado, con todos sus ídolos se contaminó. (Ezequiel 23:7)
Y no abandonó sus prostituciones de cuando estaba en Egipto; pues en su juventud muchos se habían acostado, y acariciaron sus senos virginales y derramaron sobre ella su pasión.
Por tanto, la entregué en manos de sus amantes, en mano de los Asirios, de los que se había apasionado. (Ezequiel 23:9)
Ellos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser ejemplo para las mujeres, pues se ejecutaron juicios contra ella. (Ezequiel 23:10)
Aunque su hermana Aholibá vio esto, se corrompió en su pasión más que ella, y sus prostituciones fueron mayores que las prostituciones de su hermana. (Ezequiel 23:11)

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Ezequiel 23:8 - Referencia Cruzada

Sin embargo, en cuanto a los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, Jehú no se apartó de éstos, o sea, de los becerros de oro que estaban en Betel (Casa de Dios) y en Dan. (2 Reyes 10:29)
Y abandonaron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros; hicieron una Asera (deidad femenina), adoraron a todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal. (2 Reyes 17:16)
Anhelaste así la lujuria de tu juventud, cuando los Egipcios tocaban tu seno, acariciando los pechos de tu juventud. (Ezequiel 23:21)
El los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Y ellos dijeron: "Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto." (Éxodo 32:4)
que se prostituyeron en Egipto; se prostituyeron en su juventud. Allí fueron tocados sus pechos y allí fueron acariciados sus senos virginales. (Ezequiel 23:3)
Así que el rey buscó consejo, hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo: "Es mucho para ustedes subir a Jerusalén; aquí están sus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto." (1 Reyes 12:28)
Sin embargo ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud, cuando se prostituía en la tierra de Egipto. (Ezequiel 23:19)