He derramado, pues, Mi indignación sobre ellos; con el fuego de Mi furor los he consumido; he hecho recaer su conducta sobre sus cabezas," declara el Señor DIOS. (Ezequiel 22:31)

Y vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 23:1)

Hijo de hombre, había dos mujeres, hijas de una misma madre, (Ezequiel 23:2)

que se prostituyeron en Egipto; se prostituyeron en su juventud. Allí fueron tocados sus pechos y allí fueron acariciados sus senos virginales.

Sus nombres eran Aholá, la mayor, y Aholibá, su hermana. Vinieron a ser Mías y dieron a luz hijos e hijas. Y en cuanto a sus nombres, Aholá es Samaria y Aholibá es Jerusalén. (Ezequiel 23:4)

Aholá se prostituyó cuando era Mía; y se apasionó de sus amantes, los Asirios, vecinos suyos, (Ezequiel 23:5)

vestidos de púrpura, gobernadores y oficiales, todos ellos jóvenes apuestos, jinetes montados a caballo. (Ezequiel 23:6)

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Ezequiel 23:3 - Referencia Cruzada

Y ya no sacrificarán sus sacrificios a los demonios (en forma de machos cabríos) con los cuales se prostituyen. Esto les será estatuto perpetuo por todas sus generaciones."' (Levítico 17:7)

Sin embargo ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud, cuando se prostituía en la tierra de Egipto. (Ezequiel 23:19)

Allí le daré sus viñas, Y el Valle de Acor por puerta de esperanza. Y allí cantará como en los días de su juventud, Como en el día en que subió de la tierra de Egipto. (Oseas 2:15)

Y en todas tus abominaciones y prostituciones no te acordaste de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta y revolcándote en tu sangre. (Ezequiel 16:22)

Ahora pues, teman (reverencien) al SEÑOR y sírvanle con integridad y con fidelidad. Quiten los dioses que sus padres sirvieron al otro lado del Río (Eufrates) y en Egipto, y sirvan al SEÑOR. (Josué 24:14)

(pues ustedes saben cómo habitamos en la tierra de Egipto y cómo pasamos en medio de las naciones por las cuales han pasado, (Deuteronomio 29:16)

Y no abandonó sus prostituciones de cuando estaba en Egipto; pues en su juventud muchos se habían acostado, y acariciaron sus senos virginales y derramaron sobre ella su pasión. (Ezequiel 23:8)

Pero se rebelaron contra Mí y no quisieron escucharme; no arrojaron las cosas detestables que les atraían, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces decidí derramar Mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos Mi ira en medio de la tierra de Egipto. (Ezequiel 20:8)

Anhelaste así la lujuria de tu juventud, cuando los Egipcios tocaban tu seno, acariciando los pechos de tu juventud. (Ezequiel 23:21)